Teniendo en cuenta
que el amor es de dos personas
y que a veces sumamos
a más de uno.
No queriendo ser egoístas
ni oportunos
queremos repartir los besos
y el corazón, nos llenamos de embeleso.
Puede parecer un desatino
pero los caminos del destino
vienen marcados con distintos hierros
por eso asistimos
a veces a nuestros propios entierros.
Si, el corazón es la llama
que vuelca la pasión;
desordenadamente quemando la razón
y vuelve nuestras vida una trama.
Amarte siempre será una locura
pero no se cual tortura
es peor, si la agonía de no saberte mía
o dejar que gane mi cobardía.
Sé que no he tenido mucha suerte
cada vez que cupido dispara
me acerca a la muerte
y mi amor se convierte en piara.
Por eso quiero
que el reflejo de la luna
sea la luz que acuna
el sortilegio de este pordiosero.
Mañana mis versos se volverán
saeta o tendrán la delicadeza de una flor
pero en ti serán
los esclavos del amor.
Teniendo en cuenta
que el amor es de dos personas
debemos dejar la lucha cruenta
y pagar con besos las feromonas.
Iríamos unidos en destinos
olvidando los desatinos.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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