miércoles, 22 de abril de 2020

MIRA LEJOS CAMINANTE.

Mira como corre el gamo
y como vuela el halcón.
Mira como azota el viento
y como crece la flor.

Observa a quien medra ausente
sin respetar la razón
y mira con atención,
como te roban la vida.

Hay quienes miran sin ver
la belleza que contiene
un solo gesto de amor
y quienes pierden la senda
que conduce a la razón.
Mira el Sol como aparece,
entre nubes de dolor.

Contempla como la luz
hace frente a las tinieblas
y en esa dura batalla,
se equilibra la conciencia.
Como pintan la corteza
las nieves con su blancura
y como bebe el poeta,
de la vida sus esencias.

Otea hasta el horizonte
para que la mente viva
de la Tierra su grandeza
y sin mirar a tus pies,
se ensanche tu vida entera.
En los ojos la distancia
para ver la perspectiva
y la palabra en los labios,
o el silencio en las pupilas.

Mira el color como cambia
en irisadas partículas
y suenan en lontananza,
las almas de los que gritan.
Mira a lo lejos sin vista,
para de cerca dar vida
y contempla el Universo,
que te observa desde arriba.

Mira el camino ya hollado
y aprende de cada esquirla,
de los errores pasados.
Sueña despertando al sueño
que vive en la fantasía.
Colorea lo negruzco,
que ensombrece lo que rima
y da la mano al distinto,
porque es diversa la vida.
Alumbra donde haya sombra
que se despierten la ninfas,
para que sus bellas danzas
den color a las desdichas.

Contempla como la Luna,
platea los sueños de nácar
y como a lo negro mira,
para a lo opaco dar vida.
Párate y observa el mundo
desde la esbelta colina,
para ver lo más profundo
entre las hierbas más finas.

Temor de mirar de frente
si es patente la mentira
y de espaldas soslayar,
a la verdad reprimida.
Mira lejos caminante,
para que en cada latido
mires por dentro a la vida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

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