Si un día muriera,
morirías conmigo
como hoy que vivo,
morir no quisiera.
Es que me eres vida,
y hálito en mi muerte,
que por letal y temida,
no me impide quererte.
Y así estamos unidos,
por vida y por siempre,
que importa la muerte,
potestad de los nacidos.
Y vivirás mientras viva,
como la muerte de la vida.
Morirás cuando no vivas,
en mi alma guarecida.
Es tu vida y la mía,
extremo preconcebido,
por nacimiento un día
y omega desconocido.
Más entre vida y muerte,
Alfa siempre seremos,
y perpetuos viviremos,
unidos por el amor.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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