sábado, 4 de abril de 2020

PASA BORDEANDO LA VIDA.


Pasa bordeando la vida,
mientras el tiempo indeleble,
va jugando su partida.
Haciendo bodoques gira,
como una noria infinita.
Impasible se desliza,
sin ojos, manos o vida.
No espera ni tiene prisa.

No se salva la cordura,
con arrumacos de magia,
ni es la locura más trágica,
cuando es corta su andadura.
No se rodea la distancia,
que crece en la criatura,
cuando falta la experiencia
y están sus pasos en duda.

La flor marchita y sucumbe,
en su condición fenece,
como nueva flor que crece,
en el lugar que otra ocupa.
Así, se va y nace la vida,
entre nacer y crecer.
Es constante su deber,
para subsistir poder.

Se va suavizando el gesto,
cuando la mente transita,
por senderos de esperanza.
Va sembrando la templanza,
granos de semillas sabias
y se relajan las olas,
de las agitadas aguas,
en una corriente en calma.

De puntillas se desplaza,
el recuerdo en la nostalgia,
en los diminutos pasos,
que en los sueños se retratan.
Se van cruzando las penas,
con ruidosas carcajadas
y los destellos se apagan,
cuando la sombra es más larga.

Pasa bordeando la vida,
los abismos que la acechan,
los ojos como luceros,
en la penumbra se avivan.
Pasan bordeando los sueños,
las dudas y los anhelos
y van pasando entre brumas,
los amores verdaderos.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

No hay comentarios:

Publicar un comentario