A ti mujer que tantas veces me lees.
La dicha de amar se vive en detalles
no solo en rosas o chocolates,
sino una sorpresa de la nada,
una sonrisa con una palabra, una mirada …
Me amas con tu alma, me dices con fe
Cuando pregunto a lo lejos si lo haces.
Veo tu mirada, sonrisa y algo de placer,
Te siento siempre mía y tuyo es mi ser.
Brota ternura en mi corazón,
sacas en mí todo lo que te deseo dar.
¿cómo no sentirlo? Cuando me buscas sin parar
hasta la última piedra levantas sin razón.
Mi dulce sonrisa, ¿cómo no amarte?
Me encuentro pegado a ti en un baile
En aquel patio bajo aquel guayabo
Donde reímos, juntos disfrutándonos,
Donde mi canto llenó tu corazón
Cada frase tuya y mía de cada canción.
Tú eres mi motivo, y eso lo sabes.
No logras imaginar lo que siento
cuando aprovechas cada oportunidad
para hacerme vivir, sentir tanta felicidad,
no gustas del baile pero valoró el intento
escucharte cantar para mí es un sueño.
Lo sé, sin embargo y como en la vida
Con nadie más que contigo bailaría,
Con nadie más quiero soñar y esperar,
A nadie más pretendo como a ti amar.
Amar está en los detalles,
a pesar de todo, a pesar de tanto,
disfruto cada segundo y lo revivo a cada rato,
escuchar tu infancia mientras recorro en
sueños esos valles.
Te veo en cada valle y en cada cerro
Quejándote del calor, pero pegada al que te
ama,
Buscando la sombra para saciar nuestras almas
Con dulces caricias y besos que solo en ti
encuentro.
Mi hombre, mi apoyo y mi refugio,
mi amiga, cómplice y amada,
sólo en ti encuentro ese respaldo,
que lado a lado compartimos ese privilegio
¿Qué es amar? Es darlo todo.
En pocas palabras: Nosotros.
Te veo en cada detalle de mi destino,
Mi mano derecha, digna y en quien confío
Jalando parejo paso a paso sobre la brecha
Mi alma, mi mujer, para mí estás hecha.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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