Se estacionó la noche,
en tu pensar y mi mente
e indefectiblemente,
hubo desvelo y trasnoche.
Tú dormiste soñándome,
yo desvelé en tu sueño,
tú soñaste deseándome,
yo sin soñar te hice ensueño.
Fue magnificada simetría,
tu sueño en mi desvelo;
Tú haciéndome verso,
yo forjándote Poesía,
Te escribí mientras dormías,
aunque Poeta no me soñabas,
pero en tu alma me instituías
y tú en mi alma señoreabas.
Noche de sueño y desvelo:
Tú soñándome en la cama,
Yo abrazando a tu anhelo,
entrada el alba temprana.
Sin dormir fuiste mi sueño
y yo en tu sueño fui desvelo
porque en tu rostro risueño,
había vestigios de fuego y celo.
Y se estacionó la noche,
entre tu alma y mi ansiedad
y tu bata sin botón ni broche,
blandió sin pudor tu beldad.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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