viernes, 29 de mayo de 2020

CANTANDO EN EL SUEÑO.


En el núcleo de la vida,
se despierta el sentimiento,
que va inundando los órganos,
con la pasión de su acento.
Su voz a la sangre mima,
con sus sensitivos gestos.
Heridas que va dejando
o inolvidables momentos.

Canto que del alma emerge,
como un susurro de viento,
como un delicado aliento,
que entre los labios se pierde.
Canto que acude a la mente,
llevado por los recuerdos.
Canto que al gesto engrandece,
enamorando y creciendo.

Suspira el viento en la cumbre,
como respira la vida,
de armónicas melodías,
que van seduciendo al tiempo.
La perfecta sinfonía,
de los complicados cuerpos,
entrelazando sus cuitas,
de amores sus pensamientos.

En el centro del deseo,
vive la verdad escondida,
agazapada entre sueños,
envuelta entre fantasías,
pintada de amor y miedo.
Deslizándose en secreto,
va atrapando a la mentira,
que sucumbe al fin sin duelo.

Que grato el silencio,
que amable el sonido,
del cántico alegre,
que salpica el viento.
Que felices trinos,
que cantando invaden,
huecos infinitos.
Que silencio nítido,
que embriaga el sentido.

La corriente arrastra,
del sinuoso camino,
alegrías y juegos,
que hicieron al niño.
Y en la duermevela,
que soporta el ritmo,
se agolpan las notas,
del fino instrumento,
que marca el destino.

Que bello el recuerdo,
que sin él, no vivo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

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