Me he vestido al amanecer de aurora, en el
atardecer
de roja corola, a la noche de luces y sombras,
en primavera de flores de colores, en verano
de sol y de arena,
en otoño de hojas marrones, en invierno de
escarchados jirones.
He recubierto mis versos de amor intenso,
soltando lo que siento,
sin importarme si suelto nostalgias o llantos,
o sueños fantásticos,
me he vestido de silencio, y aunque el verdugo
me fustiga a diario,
mostrándome que no estás a mi lado, con tesón
lo he asimilado.
A solas, me he vestido de oro y de grana para
nombrarte,
en verso desnudo mi alma, y mi sentir lo
plasma,
y con nuestra hija, suavemente te nombramos,
sonreímos porque
tu carisma y buen hacer recordamos, como
esposo y como padre.
He derribado los muros del dolor, que el
destino me ha puesto delante
de ausencia y soledades, he cubierto mi cuerpo
y mi corazón con una coraza
me he vestido de rojo intenso, el luto siempre
ha ido en verso, y por dentro.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
No hay comentarios:
Publicar un comentario