Esta tarde, que me trae un aroma de abedul,
Nace en la inspiración, un verso para darte
Con la tinta etérea de este cielo azul
Para escribirlo en tu piel, donde amar es
arte.
La caricia tan natural por tu cuerpo se
desliza
Para que celosas manos hallen lugar exacto
Donde ellas, quisieran navegar sin prisa
Pues más placer no existe en el tacto.
Si he de alejarme, llevare en el labio tu
gusto
Si he de marcharme, llevare conmigo tu aroma
Aunque Dios no dictaría destino tan injusto
Como no negarle a la vida, aquel sol que
asoma.
En cada minuto y cada hora de tu vida
Seguiré escribiendo los versos en cursiva
Muchos me dirán que es causa perdida
Mas al final, la resolución será,
Que este amor jamás prescriba.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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