martes, 14 de julio de 2020

LO QUE SE MERECE UNA MUJER.


Un álamo firme abrazará tus hombros
capaz de cortar los descuidos
sereno en su contorno,
guiado por la luz que lo gobierna
la entrada está construida por un arduo trabajo
el tedio del tiempo abonado en destreza
la belleza no adorna solo acompaña al sendero
los ropajes solo hacen más claro lo que hay dentro

su voz es el carácter de la claridad,
del que sabe lo que hizo y lo que hará
sin sospecha de donde se encuentra y a donde se dirige esta catástrofe
la política aprieta su atención, las doctrinas lo mantienen ocupado,
las conversaciones son sus túneles constantes, el habla le abre los caminos al andar
sus inicios son su motivación los que lo pondrán su corona cuando logre sus objetivos

puro desde su segundo cuerpo
medita entre el espacio y la mente, vuelve lejos lo cercano
canaliza su energías amoldando el pensamiento para seguir adelante
bautiza las mañanas dándole la bienvenida
conversa con su guía por las noche rezándole a sus finalidades
lee los mensajes del día a día para que con sus acciones juegue ajedrez con la rutina

necesitaras de una fuerza verdadera de voluntad
la esencia original del continuo amanecer
el amor te limpia el sufrimiento por muy profundo que sea el odio
el rencor la causa risa
no entiende a la humildad, sigue lo bondadoso que crece el árbol
no ha perdido los pensamiento que le llegaban de niño siguió sus mismas ideas
complementándose con el pasado hasta que el hoy sea el regalo que se hizo a si mismo




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

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