Campesino de machete, pala, pico y azadón
De jornadas extenuantes y humilde de corazón
De cuentos y leyendas, que amena la
conversación
De sudores y manos callosas, dolores de
consideración
Fuerte y aguerrido, digno de admiración
Cultivar la tierra, la convicción de su
educación
Trata sus labranzas con cuidado y amor, de
campesino su profesión
Sus cultivos son el alimento divino, de Dios,
su bendición.
Tierras hermosas, de su espléndida naturaleza
Que el campesino la labra y de ella hace el
manantial de su riqueza
Con machete se abre paso entre la selva, que
se recubre de maleza
Con el arado y su rastrillo, remueve la tierra
para su limpieza
Cuida el riachuelo cristalino y de los árboles
su corteza
Sus herramientas las maneja con
profesionalismo y destreza
Reina el amor en su hogar, con esposa e hijos
a pesar de su insuficiencia
Dura faena de abonos, fumigaciones, el
cansancio de sus jornales
Perros y gallinas, marranos y aves, el cultivo
de sus animales
Sin médico, ni medicinas, la caridad lo lleva
a los hospitales
El campo lo llama y lo necesita, de sus ruegos
espirituales
Las inclemencias y las enfermedades lo azotan
alrededor de sus matorrales
Los inviernos y crecientes, arrasan sus cultivos
sin ayudas gubernamentales
Los veranos intensos secan la tierra y los
soles ardientes son infernales
Nunca pierde la fe, ni la humildad, ni su
cultura, ni sus modales
Siempre le pide a Dios, que proteja a su familia,
de las tormentas terrenales
Con esfuerzo y dedicación, saca sus cultivos a
vender a pueblos y ciudades
Alimento primordial para los citadinos, en
medio de sus comodidades
Pero se encuentra con avivatos, que se
aprovechan de sus necesidades
Le roban su sudor y sus manos callosas, el
llanto de sus felicidades
Se amparan en su inocencia y lo atracan,
acrecentando sus dificultades
Les pagan a precios irrisorios sus productos,
con el visto bueno de las autoridades.
No existe amor por la tierra, por el campesino
y sus labranzas
Sólo existe corrupción y maldad, que arremeten
caos, miedos y anulan sus esperanzas
Campesino orgulloso de su querida y amada tierra,
de bendiciones y confianzas
El futuro de la humanidad está en el campo y
del campesino sus enseñanzas.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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