jueves, 24 de septiembre de 2020

VIVIR, QUERIENDO VIVIR.

Soplan aires de locura,

veneno en el viento vive,

va rozando corazones,

con sus garras invencibles.

La vida cambió su sino,

golpeándole con saña,

le apartó de su camino,

hecha trizas su esperanza.

 

Soñando, siempre soñando,

camino, siempre camino,

veredas que van naciendo,

en los bordes del destino.

Querer, que queriendo sabe,

que saber abre caminos,

vivir, queriendo vivir,

en cada momento mínimo.

 

En la mente abrir las puertas,

abrir cerrojos y cercas,

cortar de raíz las cuerdas,

que a la mente tienen presa.

Sentir, que sintiendo sientes,

que es más oscura la senda

y cantar, cantando siempre,

con la voz nítida y cierta.

 

Otea el vigía el horizonte,

vislumbrando nuevos puertos,

travesía que se bifurca,

entre olas, mar adentro.

Vivaces siguen la senda,

los audaces pensamientos

y el timonel firme aferra,

la nave, que es su cerebro.

 

Soplan aires de locura,

vendaval de desconciertos,

vulnerable en las orillas,

de los repetidos sueños.

Rimeros que va quedando,

de ancestrales sentimientos,

quebrada la voz se olvida,

que fue canto en su momento.

 

En el mar de las ideas,

los recuerdos se cocinan,

aderezados de amores,

sazonados por el tiempo,

con especias escogidas,

de alientos insatisfechos.

Amores que se quedaron,

guardados como reliquias.

 

Amar, amando sin retos,

sin cadenas y sin bridas,

amar con pasión o al pairo,

de la silenciosa brisa.

Amar con la mente lista

y doblando el sentimiento,

vivir, viviendo sin prisa,

al ritmo que marque el verso.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

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