jueves, 4 de marzo de 2021

LA VERDAD ES MÁS FUERTE.

No sabe la violencia,

la mano que la ejerce,

pero si sabe la víctima,

la fuerza de su ira,

de la fiera embestida,

más duele la impotencia,

que la herida infringida.

No tan solo la ciencia,

resuelve la diatriba,

la verdad se despeja,

si apela a la conciencia,

y es más noble ser ave,

que la piedra que humilla.

 

Primaveras que vienen,

primaveras que llegan,

con el rostro radiante,

de la vida que flota,

aureolas de sueños,

en las flores que brotan,

como anuncios de vida,

de venideras olas.

Se ha colmado el deseo,

cuando el hambre no azota,

más la ambición se acuesta,

con el poder a solas.

 

No sabe la mentira,

como nace una estrella,

la ignorancia no duerme,

vestida de oro goza,

mientras la verdad vive,

desnuda, siempre sola,

con la mirada limpia,

en la honradez se arropa.

No sufre quien golpea,

la dignidad es rea,

de la servil violencia,

de la consciente ofensa.

 

El verbo se contrae,

mientras caen las hojas,

hojas que van cayendo,

ajadas por el tiempo,

mientras sufre la aurora,

al despertar del sueño,

donde la vida es otra,

donde reina el silencio,

en la recia mazmorra,

donde el verdugo es dueño.

No se aplaca la herida,

si es febril el encuentro.

 

No cesa la violencia,

si la violencia arrojas,

sin la conciencia nítida,

del poder que la ostenta,

no se detiene el aire,

ni la verdad se afloja,

ni la razón se aburre,

ni los gritos se ahogan.

Del camino las fosas,

de estiércol se desbordan,

la verdad es más fuerte,

que la pesada losa.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri 

No hay comentarios:

Publicar un comentario