El cariño activa mis afectos
brotado del nervio sensitivo,
dejar que hoy pueda crearlo
ansiando querer con locura.
Para que este cuerpo reviva
con las caricias de los años,
para fortalecer sus vínculos
tengo esposa y experiencia.
Acariciando la mujer amada
con la delicia de una pureza,
con su seda del lecho ajado
acaricio ese amar con pena.
Acariciando la estriada piel
roza mí mano la vieja carne,
piensas que fuiste juventud
deseo complacer a la mujer.
Sé que debo se hacerla feliz
con el amor que la vida deja,
soñar la felicidad es hacerla
como afecto creativo cierto.
Levantar la vista a la ciencia
que los ancianos tienen viva,
aprendiendo a saber quererla
sin mirar el ocaso de la vida.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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