viernes, 10 de marzo de 2023

COMO CUENTAS DE UN COLLAR.

En el fondo del abismo.

En la densa oscuridad.

Sobrevive la verdad,

entre la negrura inmensa.

Las luces, lejos están.

La claridad es el eco,

de la intensa realidad.

          

Hay corazones sin techo.

Y los hay de pedernal.

De néctar, haberlos hay.

Sinceros, como el valor.

Los hay, nobles, como el Sol,

que, generoso da vida.

Libres, como golondrinas.

 

En el fondo del desván,

donde duermen las reliquias.

Los sueños son pesadillas.

Y envueltos en celofán,

viejos recuerdos suspiran.

Que, la verdad, no se olvida,

aunque esté en la oscuridad.

 

Amantes son quienes riman,

con realidad y fantasía.

Van perfumando la vida,

con la magia de sus vidas.

Como perlas, son amores,

como cuentas de un collar,

que con un cordón se hilan.

 

A fuerza de hollar caminan.

Con el peso de sus vidas,

van construyendo el camino.

Titubeante caminar,

en sinuosos destinos.

Y un ingrávido morral,

lleno de pasos perdidos.

 

Caminos, hay por andar,

ocultos entre los ruidos.

El atronador sonar,

de alarmantes alaridos.

Y susurros, como el mar,

cuando suspira tranquilo.

Amantes, son los caminos.

 

En el borde del abismo,

donde vive el equilibrio.

Se tambalean las vidas,

con sus notas y estribillos.

El amor hace bolillos,

con los hilos del amar.

Y el andar, hace caminos.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

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