Del viento su suave brisa
trae aromas de añoranzas
evocando los momentos
cuando la edad no estorbaba.
Y al oír una canción
que se tomó como lema
para enmarcar un amor
o para hacer un poema,
viene a la mente una historia
que aquel pasado forjó
causando con su recuerdo
felicidad o dolor.
O tal vez algún lugar
nuevamente visitado
que en su alrededor mantiene
las quimeras de esos años,
esté cubierto por flores
con colores de esa edad,
o se encuentre ya desierto
y el amor... ya no estará.
Un motivo siempre habrá
que recuerde lo vivido,
un sabor, una sonrisa
tantas cosas de esos días...
que hoy son fuego en los sentidos.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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