No te vayas lejos
que el cielo se tiñe de rojo,
como del color del atardecer,
en el ocaso más impetuoso,
de un fabuloso porvenir,
cuando por tí, quiero vivir,
pero, llega la noche fría,
a descender en el mismo cielo,
por donde miré a tu mirada,
no te vayas lejos,
que me quedo sin tus ojos de luz...
Tan lejos ahora estás
Todos mis sentidos te comienzan a extrañar, me
van ahogar.
Cuando pienses en regresar
Recuerda ese lugar, el lugar donde por siempre
me vas a encontrar.
No vayas, no tan lejos de mí corazón
No vayas, mientras más lejano estés, más
dolerá.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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