Te ves tan bella seductora,
tan radiante como mi princesa
me recuerdas esa noche
de derroche
de pasión a ella.
Ese entonces
como ahora
te veías encantadora
y brillabas en el cielo azul
acompañada de muchas estrellas.
Luna llena
tu me haces
recordar aquella escena
ella estaba también llena
de ternura y de pasión
te asomaste en la ventana
y miraste nuestro amor
y te fuiste en la mañana
justo cuando salió el sol.
Esa luna llena que nos cautiva
acaricia mi rostro con sutileza
ilumina mis pasos y me motiva
a copiarle su envidiable belleza.
Me abre a caminos de bondad
comparte mis deseos prohibidos
esconde esos secretos de ciudad
acalla solitaria amores sufridos.
La fría noche me declara su amor
gran anhelo envuelto en ilusión
fantasías que elevan aquel clamor
buscando el desahogo de la pasión.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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