para entender a la vida.
Que en su deambular te lleva.
Como el aire guía al cometa,
en una serie infinita de metas.
Mientras, sigue la partida,
entre el verbo y sus fronteras.
Entre el amor y la ciencia.
Desnuda va la nobleza,
sin adornos, ni prebendas.
Para actuar con la fuerza,
que le da su fortaleza.
Sin miedo, abre los brazos,
para acoger a quien quiera.
Y sus ojos siempre miran,
como faros, sin tinieblas.
Desnudo el amor se entrega.
Y en su entrega lo da todo.
Y entre sus carnes abiertas,
se ve en su sangre la esencia.
La esencia de sus entrañas,
que es, de la vida, la maestra.
Su voz, un cántico al tiempo,
que emerge de su grandeza.
Desnudas van las razones.
Y vestidas las mentiras.
Con las más vistosas ropas.
Y las sonrisas más lindas.
Las verdades se desnudan,
ante la razón, que es nítida.
Y no faltan falsedades,
disfrazadasbque subyugan.
Amores hay sin afiches,
y sin joyas que le adornen.
Ausentes de cualquier velo,
que otros motivos encubra.
Y haberlos hay que se cubren,
con sospechosas penumbras.
Los hay, que ofrecen deleites.
Otros, tristeza y torturas.
Desnudos van los sueños,
carentes de justicia.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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