En la bruma. que envuelve la naturaleza;
en el canto de las aves que rajan el cielo,
veo tus alboradas serenas
como aguas cristalinas destellando mi deseo.
La lluvia cae majestuosa, serana,
sobre la llanura, allá en mis pensamientos,
miéntras contemplo la luna; su destello
que advierte a mis sentidos la ternura de tus besos.
Se acumulan las nostalgias en lo mas adentro de mi pecho
y mis sentidos se envuelven como veloz río caudaloso,
envolviendo en un isntante el tenue suspiro
y deja ver entre sollozos un pensamiento inhedito.
Todo me habla de ti; en silencio quieto,
sin perturbar mi paz, tu amor sincero
como la niebla, que besa el mar en un suspiro,
y las olas besan la orilla miéntras van, viniéndo.
Todo me habla de ti, escucho tu voz en el viento,
mi alma se regocija en silencio
contemplando quedamente al firmamento,
que anuncia behemente reverencia transigente.
Soy en tus pensamientos un alisciente,
el perfume suave que agrada al olfato
y en tus manos, labios y mente
el paladar enchido que a ti envulve quedamente.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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