llenando de entusiasmo y alegría
e íbamos por la playa tirando piedras al mar
arrancando suspiros a las olas
Otras veces la tarde era triste
llovía y llovía como despidiendo al tiempo
Como arrastrando penas
al baldío sendero del olvido
Juntos corríamos por vergeles
entreverados entre aromas y colores
las flores sabían de nuestros amores
y sonreían al vernos pasar.
Pintamos nuestro nombre en el cielo
como testimonio de nuestro amor
nos besamos bajo la tenaz lluvia
mojando de amor nuestra ilusión
Corrimos bajo sonrientes árboles
cantamos bajo la sombra de la noche
bebimos café que endulzamos con besos
cantamos canciones con violines de ilusión
Una historia de amor sin fin
un amor como nunca hubo otro igual
que tristemente vino a acabar
pues solo fue un sueño de amor.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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