miércoles, 21 de agosto de 2024

POEMA NOCTURNO.

Sobre la nocturna agonía de la luna derrama sus últimas gotas de luz
sobre los jardines nidos de amantes prohibidos que sueñan mostrarle al mundo su amor eterno.

Y en ese instante, las sombras se tiñen de un rojo apasionado,
reflejando el fuego que arde en sus almas secretas.
Sus susurros se entrelazan como enredaderas de pasión,
prometiendo un amor que desafiará la oscuridad y la razón.

Elocuentes besos naufragan entre sus labios entre lágrimas de despedidas
parecen dagas afiladas penetrando en sus sentidos la gargantas asfixiadas de amarga despedida

Y en ese abismo de dolor, sus manos se buscan como náufragos,
aferrándose al último hilo de una esperanza que se desvanece.
Sus ojos, dos faros apagados, reflejan el desconsuelo,
mientras el silencio devora sus promesas, como una marea que se lleva todo.

El viento se compromete a guardar sus sentimientos
no saben la sed que les causara no tenerse mutuamente
pero queda la esperanza de un nuevo encuentro

Y así, el viento susurra secretos en los árboles,
guardián de los susurros de un amor que no muere.
La distancia se vuelve un puente de anhelo,
que lleva sus corazones a un reencuentro que late en el horizonte.



Autor 

Antonio Carlos Izaguerri. 

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