martes, 22 de octubre de 2024

EN CADA FLOR DEL CAMINO.

Ya volverá la grácil mariposa,
a posar su hermosura.
Sobre la bella rosa.
Radiantes, ya las luces,
volverán a alumbrarnos.
Y los parques urbanos,
volverán a llenarse,
con las risas de niños.

Se van vistiendo de gris,
las refrescantes mañanas.
Y los aleros vacíos, de trinos,
ausentes de golondrinas.
Se asoman, los vientos fríos,
que refrescan las mejillas.
Y se oscurecen las claras,
mañanas, que frío anuncian.

Amores de primavera,
que deslumbran por su brillo.
Con los ojos encendidos,
por la inusitada fuerza.
Cantan sin parar los grillos.
La ilusión ya se despierta.
Y se hacen un ovillo,
cálidas tardes de siesta.

Cantan sin pausa los mirlos.
Y sus trinos embelesan.
Mientras el amor despierta,
cuál alegre mariposa.
Se van vistiendo de fiesta,
las vidas esplendorosas.
Cae el rocío sobre las rosas.
Y darle brillo a sus pétalos.

Se va quedando el camino,
alfombrado de esperanzas.
Mientras reina la añoranza,
de los amores perdidos.
Sueñan con barcos los niños,
Y mágicas aventuras.
Mientras nacen las criaturas,
con sus venideros sinos.

No hay estaciones que impidan,
que los amores florezcan.
Reventando en las tormentas,
Y en los apacibles días.
No les frenan las mentiras.
Ni las verdades a medias.
El amor siempre se encuentra,
en cada flor del camino.




Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

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