¡Oh, corazón!, tú no sientas más la decepción,
al latido de un corazón sino estás en paz,
y con tus recuerdos si el desamor es audaz,
no regreses a un destino de desilusión,
y el gran desamor álgido y la lluvia veloz,
que atormenta en el alma cuando no tiene amor,
y en el corazón un gran fuerte e inmenso dolor,
y comienza en caer en el cielo por atroz,
¡oh, corazón!, no llores que en un día amarás,
ya no seas infeliz si aprendes a querer,
al corazón lleno de amores encontrarás…,
a un desamor y al corazón sin desavenencias,
cuando tu alma y corazón no puedan perecer,
en un desastre y en un desamor no hallarás…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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