¡Oh, vida mía!, dejas la mirada triste,
la sed triste y todo por un corazón que ama,
cuando en la tarde y la tristeza más te besa,
y si es la vida que sólo tú más heriste,
mirada triste es la que convida en el alma,
la mirada es la que se sumerge en el fondo,
dejar en el alma la tristeza y en lo hondo,
y en un sólo sentido una fuerza en desarma,
y en la mirada triste se halla tu presente,
y cuando sólo la mirada triste es triste,
si en el gran corazón está lo penitente,
si en la mirada triste, oh, vida mía, alarde,
si arde el tiempo en tristezas sino soy cobarde,
si tengo la mirada triste si ya es tarde…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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