martes, 17 de diciembre de 2024

LA ANATOMÍA DEL BESO.

La anatomía del beso es diversa, dependiendo de los labios, de la piel, de la pasión con la que se besa, de las ganas y el hervor de la sangre. Siempre empieza como un goteo en el tejado y termina en un despilfarro de emociones, un caudal después de la tormenta. El polen de la intimidad corporal revela que, en el beso, hay más que labios y saliva, más que piel y cuerpos. Es el descubrimiento del otro, la conquista del otro, la llave de entrada al cuerpo completo, a ese infinito de sentimientos que somos debajo de la piel.Si dos bocas se tocan, forman universos, conjugan los deseos y verbalizan el amor. Un beso puede ser cuadrado o redondo, lineal o curvilíneo. Debe ser constante y auténtico, aunque puede o no ser lógico. Un beso puede darse en un parque, en la cama, en un avión o tirado en la arena. Puede o no incluir un mordisco en el labio, pero debe ir acompañado de un abrazo o sujetando la cara. Y es preferible terminarlo con una palabra dulce, como por ejemplo: "Te amo". 





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

No hay comentarios:

Publicar un comentario