viernes, 15 de mayo de 2020

UN MOTIVO DE AMOR.


Dame un motivo mujer
Para inspirarme por ti
Y escribir lo hermoso
Que llevo dentro de mí.
No soy un Dios
Pero me envió aquí a la tierra
Para escribirles poemas
A las mujeres hermosas como vos.
Dame un motivo y sabrás cómo me inspira
Cositas bellas del creador.

Dame un motivo
como el sol                
que brilla
día a día
para darnos calor
así quiero yo tu amor
para en versos contarte
como late mi corazón.
Dame un motivo mujer
con un tris de tu querer
y una mirada tibia
que me haga enloquecer.

Dame un motivo
Para pulirte el corazón
De imperfecciones
De manchas
De ángulos filosos
Que cortan al tocar
Como el mar pule la arena
Y se convierte en lo más suave
Y bello que brilla en el sol
De mi alma y mi corazón.

Dame un motivo mi amada
para inspirarte a vos
y decirte el hermoso
recuerdo que llevo de ti.
Seré tu divina musa
si me prometes tu amor.
Seré tu canción si prometes
ser mi poeta de vida.
Soy cariño y placer
si me das tu motivo
como gaviota eterna
que vuela en cielo
de nuestro omnipotente Dios.

Un gran motivo de amor
diría, es la vida misma.
El despertar, ver el sol,
la lluvia, el viento, la brisa...
El estrechar una mano,
el brindar una caricia,
la salud, el estar sano,
el disfrutar de la vista.
Para observar las bellezas
de la misma creación,
el blanco de la pureza,
el negro y cada color.
Que con su magia divina
nos ha regalado Dios.
Qué más pedirle a la vida
si todo nos ofreció.
El amor es tan inmenso
que no se puede medir,
mas nunca estamos contentos,
siempre hay algo que decir.
Está el amor de pareja,
el amor de la amistad,
el de hijo, tío, abuela,
sin el género importar.
Amor de primo, de hermano,
amor que viene y que va,
mas sólo uno es sagrado,
El de madre, y nada más!.

Quiero ofrecerte
mi motivo para amar
el respeto, los ensueños
mi amor, y mi corazón
y con éste ramillete
si me quieres de verdad
puedes seguro obtener
un motivo para amar
te ofrezco en este poema
claridad sobre mi amor
deseo que esto le sirva
a tu motivo de amor

Dame un motivo de amor de los dos,
De esas mañanas soleadas cuando despertaba en tus brazos
Y nos teníamos sin motivos aparentes
Solo por amarnos sin tiempo ni espacio.
Ahora dame un motivo de amor para no irme
Para quedarme en tus ojos y ser la pestaña abierta
Que se abre y me deja quedarme entre besos de miradas
Y entre tus brazos abiertos que me envuelven y me protegen
de tus olvidos ventajosos cuando no te veo.
Quiero quedarme y quiero darte un motivo para que no me
olvides cuando me recuerdas con canciones de ayer
de ese tiempo romántico que vivimos los dos.
Dame tu mirada y desnúdame para ti sin pudor
no te quedes con las ganas de encapsular el tiempo que nos queda
ya estamos viviendo el otoño que no vivimos antes
porque los sueños se confundieron y nos equivocamos
y dijimos adiós cuando lo que queríamos era quedarnos
y cobijarnos con abrazos y darnos motivos para amarnos.
Ese motivo de amor siempre estuvo entre nosotros
Y olvidarnos no podremos jamás, pero nunca jamás.
Y seremos lo que queremos ser en el otoño de mi vida, tu vida.

Un motivo de amor
Es tu boca sensual,
Y a la vez espiritual
Con tintes de fervor;
Un motivo de amor
Tu piel angelical,
Tu aliento celestial
Dulce néctar en flor;
De amor, ese motivo
Que me hace padecer
Inspira lo que escribo
Y el más puro placer:
Sólo por ti yo vivo
Encanto de mujer.

He quedado herida desde tu ausencia olvidada de mí
Desde tus idas a otros brazos sin extrañar los míos
Dame un motivo de amor para no irme de ti
Tal vez no me quiera quedar cerca de tus besos
Aunque los desee tanto y los añore como aquellos
Tiempos nuestros de café de la tarde de amor
De madrugadas de sueños de tenernos abrazados
Una vida entera.
De sabernos dar amor y no olvidos
Dame un motivo para abrazarme a ti y seguir en tus ojos
Ojos míos de mi querer
Esos que me enamoraron desde el primer poema
Que leí de ti y tus ojos me hechizaron me condenaron
A amarte, aunque no te tenga te vivo y te abrazo
En los sueños abstractos de tus ojos profundos
Que muchas veces desvistieron mi piel y en el
Desnudo me fui a tus brazos apasionados de mí.

Dame motivos
para pensar en ti,
en tus ojos y mirada.
Dame motivos
para sentir
el sabor de tus labios
y la luz de la mañana.
Dame motivos
para llorar la horas idas,
darte versos de madrugada.
Dame caricias sin olvido
y la sed de tus aguas.
Dame motivos
para atar tus manos,
suspiros que no vuelan
en tardes que sean largas.
A veces todo me huye,
el sol, la fe y esperanza.
Dame motivos para pensar en ti,
envuelta en sábanas blancas.

Tú fuiste mi motivo de amor,
y lo sigues y seguirás siendo,
pues vives en mi corazón
muy metidito dentro
Tú has sido, y sigues siendo,
el más fuerte motivo de seguir
viviendo, porque me regalaste
la flor, fruto de nuestros
más intensos y bellos momentos.

Dame un motivo para escribirte de amor,
para decirle todo lo que siente por mi este corazón,
que no para de latir cada vez que estás conmigo,
y empiezas a decirme cuanto me quieres al oído.
Dame un motivo más para regalarte mi amor,
y hacerte feliz mientras cae la noche en mi balcón.
Dame un motivo para amarte mi amor,
para así fundirnos en un beso
deseando que se haga eterno este infinito amor,

Si pudiera darte un motivo de amor
para ver juntos el amanecer
y poder sentir nuestro calor
del fuego que nos abrasa a los dos.
Te abrazaría hasta fusionarnos los
dos; te besaría hasta saciarnos
y te abrazaría hasta enloquecer,
nos acariciaríamos
hasta agotarnos de placer.
Que más motivo de amor te puedo dar,
si las entrañas me he de arrancar,
tómalas, pero no me dejes de amar.

Dame un motivo para continuar nuestro camino
para seguir con fe a nuestro destino
por increíble que parezca pendo de un hilo
solo tu amor me inspira incluso cuando bailo
Dame un motivo por pequeño que parezca
un saludo, un te quiero o un respiro
una mirada, un roce o un suspiro
eso permitirá que mi amor por ti siempre crezca.

Un motivo de amor,
no sé si será verdad,
o solo un resplandor,
será verdadero,
o causará dolor,
será algo menor,
o podrá ser mayor,
será un error,
en este mundo de horror,
o en contra de todo,
quizás podría ser
como una hermosa flor.

Observando un capullo
pensé en el amor tuyo
tan hermoso motivo
por el que por ti vivo
Me envuelve tu oval forma
que al pensar me transforma
mi tristeza sensitiva
por tu mirar que me cautiva

Dame un motivo amor
Para tenerte fe,
para volver a creer en ti,
para soñar despierta
para que vuelva a vibrar
Para que tu voz suene a melodía.
Dame un motivo nuevamente
para salir de la obscuridad
para vencer el miedo
dame un motivo
para volver a amarte.

Observando un capullo
pensé en el amor tuyo
tan hermoso motivo
por el que por ti vivo
Me envuelve tu oval forma
que al pensar me transforma
mi tristeza sensitiva
por tu mirar que me cautiva.

Un motivo de amor me pides,
me pides que te deslumbre,
qué te deslumbre en la noche.
En la noche te extraño,
te extraño porque no estás,
no estás porque te fuiste.
Te fuiste porque no me dejó amar,
no me dejé amar, porque me ignoraste
me ignoraste con dureza y maldad.
Maldad no hay en tus palabras,
tus palabras puedo perdonar,
perdonar porque te amo.
Te amo en soledad,
en soledad porque nunca estás,
nunca estás porque nunca viniste,
nunca viniste porque no me amas.
No me amas, porque dudas,
dudas porque siempre huyes,
huyes y aún así, te amo,
te amo, ¿qué más motivo de amor?

No quiero a la mujer empoderada,
mucho menos la mamá luchona.
Ni siquiera quiero a la feminista,
tampoco, menos la de la sororidad.
Yo amo a la que es ama de casa,
la que sueña ser madre algún día.
Amo a la que es prostituta,
la que es defensora prohibida.
Me enamora la que es temporera,
me atrae la que es drogadicta.
Quiero la que no habla de más,
deseo la que de amor nada da.
Anhelo a la chapada a la antigua,
castidad ante el lecho conyugal.
Me gusta la que es patriarcal,
la que se viste sin provocar.
Porque mujeres "fuertes" hay muchas,
tantas que hasta parece una moda.
Pero detrás de ellas, entre las sombras,
yacen las que amo y son criticadas,
Las que son vejadas y calladas,
objetos de desdén y burlas,
femineidades que son nada,
nada para esta sociedad actual.

Esa tu linda mirada,
tu cuerpo escultural.
tu figura de mujer
como tú nunca vi igual.
Nada de eso es suficiente
para haberme enamorado,
pero llegaría un motivo
fue que me hubieras vasado.
Desde entonces lo mejor
que me puede haber pasado
es el motivo de amor
que nunca se me ha olvidado.

Quiero que estés siempre aquí , tu eres mi motivo para vivir, para amar.
Nos encontramos sin buscar el Amor,
Nos encontramos cuando nuestros caminos se juntaron en derroche de tristeza , tú con tu espera y yo con mi ilusión.
Momentos imprevisible cuando nuestras miradas se cruzaron , no hubo palabras sólo una tierna mirada fugas .
Entraste a mi vida, de forma inesperada, me diste el mejor motivo para amar , para vivir y soñar.

Mi motivo siempre serás tú
el que me inspira cada día
para escribir mis pasiones
junto a ti y alegrías
porque a tu lado
las penas se fueron
y con mirarte solo
las letras me nacen
con ardor de fuego
para decirte cosas hermosas
eres mi amor, eres mi prosa.

Te invito, te llamo, te convoco,
con la apasionada y celosa guardia
de mi alma, te cito, para arrestarte
para que solo escuches mis versos,
para sembrar nuevos y reinventados besos
en las alas del viento.

Quise tener un motivo de amor para seguir amándote
Pero cuando me levante ya te habías ido.
Tan despacio te fuiste de mi vida que sin querer te extrañe poco,
Tal vez es costumbre tuya que siempre vuelves y te vas de nuevo,
Es manía o costumbre de no quedarte con quien estas mucho tiempo
Parece que la costumbre es más grande que el amor, y eso te hace
Ser quién eres, tan banal y altanero para llegar y amar y después si
Te vi ni me acuerdo, pobre de ti que teniéndolo todo nada te hace feliz.
Dame un motivo para seguir amándote, aunque te vayas o te quedes
Dame un motivo de amor cuando te vayas para esperarte siempre.
Nunca encontraras el amor que buscas porque tú no sabes amar,
Nada más date cuenta llevas años solo, no has encontrado con quien
Quedarte y te sepa valorar, amar y perdonar todas tus herejías con otros
Igual que tú, no es que no te quiera, tú has echado a perder tú vida.

Déjame ser parte de ti,
Ser parte de tu alma,
Ser esa corriente sanguínea que te ayude a vivir,
Quiero ser tu oxígeno,
Que respires mi aroma,
Que sientas mi cuerpo,
Mi alma perdida en ti,
Dame un motivo más para amarte,
Porque me siguen sobrando los motivos

Un motivo de amor
Dame ese tiempo
Que se detiene
cuando estamos juntos.
Un motivo esa parte de ser
Tu otra mitad
Enloquecido si eres mi
cura de mi locura
Solo dame ese motivo
De tocar tu mano y enlazarse
Hasta un para siempre.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ESCRITOS PERDIDOS.


Ya olvidé cómo fue mi último beso
Que hizo de mi alma estremecer
En busca del amor que quedé preso,
esperando que llegue un nuevo amanecer.

Quedaron en mis pupilas tus colores
De un amor que como la noche me envolvió,
Cubriendo con más negrura mis dolores
Profundos que por ti mi corazón vivió.

Yo que caminé por el camino
Dónde los amantes caminan sin temor,
Yo que al mirarte por un segundo
Y ese segundo mi ser consumió.

No existe más belleza en la palabra
Que la rima y el verso en un poema,
Más triste es ver cómo se acaba
Un amor que te consume desde tus venas.

Hoy la distancia nos juega un poco sucio
De este amor que vi crecer como las rosas.
Le pregunté a este amor que me tiene confuso
Si a mi pecho sus espinas me destrozan.

Ahora que no puedo ni oler tu piel,
Aprendo a quererte más que ayer,
Aprendo a escuchar cosas que no escuché,
Cosas que tú corazón me decían sin entender.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

LO QUE ME DIJO EL AMOR.


En una noche estrellada,
sentado me encontraba en una terraza,
había una brisa fresca y calmada.
yo, con enorme decepción
me sentía triste y amargado

Empecé conmigo hablar,
vi el esquema de una flor y me acerqué,
era el amor, y le hablé de mi pesar
desde que de mí se fue
sin decirme que deseaba terminar.
                                                              
Le hice mil reclamos
culpándolo de todas mis desdichas,
el por qué destrozó todos mis sueños
y me arruinó la vida,
dejándome solo y con mis miedos.

Si uno está dichoso,
¿Por qué de un zarpazo lo destruyes?
le haces caer en un profundo pozo
de angustias y dolores,
después de haber vivido algo hermoso.

El amor, mesurado,
nada me decía, ningún reproche,
solamente se quedó escuchando
mis penas y reproches,
y decidió no continuar callado.

Me preguntó calmado:
¿Alguna vez, tú has visto los rosales?
sus flores son de colores variados,
de aromas muy fragantes,
pero hay que tocarlos con cuidado.

Puede que te hagan llorar
clavando sus espinas en tus dedos,
que sin querer pueden hacerte sangrar,
debes tener cuidado,
si quieres de esas flores disfrutar.

Le contesté diciendo:
sé muy bien que poseen sus espinas
pero son bellos verlos florecidos
y aun duelan sus heridas,
el dolor que causas tú es más profundo.

Lo vi sentirse triste
al ver que por él yo estaba sufriendo,
sintió de mi dolor era el causante.
Lo vi arrepentido
y decidió hacerme su confidente.

Me dijo: yo soy frágil
y a veces sin querer pueden herirme,
aunque puede ser una herida sutil,
sí pueden lastimarme
aún me crean invulnerable y muy hábil.

A veces hay fracturas
que pueden ser causante en mi sufrir
de heridas invisibles y profundas
sin poderse percibir,
que nadie puede verlas ni tocarlas.

Busca en tu corazón
y verás donde fue que me fallaste,
si al buscar encuentras la razón.
verás, tú me alejaste,
tal vez sin tener esa intención.

Les pido me perdonen
a los que con mi actitud hago llorar,
pero es que muchas veces no entienden,
¡Que me tienen que cuidar!
Porque yo soy ese amor que todos quieren.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CUÁNTO DUELE.


La luna, fue testigo de tus traiciones.

La luna, mi fiel compañera me segó de mentiras haciéndome creer que tú de verdad me querías.

La luna, mi amiga íntima me engañó y me duele más aún, porque yo en ella creía.

Me duele pensar que serías fiel en mi vida, pero más me duele ocultar que te amo como tonto, que completamente enamorado de ti, mis pensamientos son eternamente tuyos como también gran parte de mi existir.

También me duele que la gran esfera brillante por las noches me ocultara grandes detalles, diciendo absurdas mentiras de las cuales ningunas fueron verdades, o quizás lo hacía para no lastimarme.

Cuánto duele que por las noches con alegría me acercaba contándole mi día a día, y lo tonto que me sentía cuando pensaba en aquel amor que tanto me llenaba de alegría, pero sobre todo, cuanto duele que fueron mentiras.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

POR QUÉ SOY EL MEJOR POETA.


Me topé con un poeta
hablaba cosas extrañas
miraba hacia las montañas
igual que lo hace un profeta.
Me describió un paraíso
con una entrada secreta
y cual si fuera un hechizo
me sentí en otro planeta.

Pero todo se deshizo
al quedar mirando al cielo,
pues con un gran desconsuelo
y su semblante sumiso
dijo la palabra, amor,
y suspirando enfermizo
me dijo ... ¡Nunca me quiso!
con un rictus de dolor.

Mas retomando valor
describió la libertad
y al llenarse de ansiedad
ha elevado este clamor:
¡Todo es pura vanidad
al nacer quedamos presos
de la absurda falsedad
que nos carcome los sesos!

Y me habló de la orfandad,
de esa ambición desmedida
de quien su dinero cuida
sin conocer caridad,
porque es sentencia sabida
que aunque existan excepciones
unos tienen buena vida
y otros … ¡No tienen calzones!

Luego al mirarme a los ojos
gritó: ¡Me diste una idea!
En versos diré que es fea
y que la tengo de hinojos,
con mis letras vengaré
que su desdén me apedrea
y yo la despreciaré
al sentir que me desea.

Y le daré mi desdén
usando palabras claras,
sin metáforas cansadas
buscaré la sencillez,
porque poeta es aquel
que expresa sus sentimientos
y tan solo es un panfleto
si no agrada a quien lo lee.

Me alejé discretamente
mientras continuaba hablando
por tal me fui yo pensando
que se le atrofió la mente.
Pues sobre estrellas y flores
al alba y a tiernos besos,
hizo sus versos mejores
creando más universos.

Lleva penas y embelesos
¡Está loco que da horrores!
mas son tan grandes señores
que quise ser uno de esos,
y por tal yo te confieso
que por ti me hice un poeta,
y mi pluma no se aquieta ...
¡Cuando se inspira en tus besos!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

jueves, 14 de mayo de 2020

UN DISPARO DE SUEÑO.


Vuelve el ayer,
como un látigo de aire.
Camuflado entre sueños,
en el tiempo, al socaire,
del sutil sentimiento,
que va y viene al capricho,
del frágil pensamiento.
Una bola de nieve,
que se agranda cayendo.

Una voluta de humo,
un temblor en el cuerpo,
una fibra que vibra,
un acorde sincero,
de un amor que palpita.
El perfume del beso,
la pasión que subyuga
y ese lento aleteo,
de los ojos que miran.

Vuelve la idea,
primigenia y auténtica,
a desvelar secretos,
a liberar fronteras.
Vuelve a ser la marea,
en su cambiar constante,
la que descubra o tape,
la que inunde la tierra.
Vuelve el sonido efímero,
paulatino y chirriante.

Un disparo de viento,
que arrebata la vida,
un impacto de sueño,
para vivir sin prisa.
Un golpe del destino,
reiniciando la dicha.
Un silencioso trueno,
que al amor sacrifica,
La verdad que golpea,
a la necia mentira.

Vuelve el amor sin freno,
como un soplo que mima,
una suave corriente,
que dibuja la risa.
La canción de los besos,
soslayando la envidia
y la larga mirada,
que a la vida escudriña,
en la urdimbre que extiende,
el hilo de la vida.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI VECINA LA GOLONDRINA.


Quiero presentarles
a mi nueva vecina
¿Quién es? ¿Cómo se llama?
es la golondrina.

Sobre la ventana,
cerca del tejado,
ha hecho su casita,
muy firme ha quedado.

Todas las mañanas
ella me despierta,
con su melodía
siempre me deleita.
               
Se posa entre mis manos
con gran algarabía,
y luego regresa
a cuidar sus crías.

Cuando estoy muy triste
o me siento solo,
ella canta y hace
que lo olvide todo.

Sé que antes del invierno
se irá por las praderas,
en busca de otro cielo
y otra primavera.

Ansioso esperaré
nuevamente su regreso,
sé que pronto volverá,
porque así siempre lo ha hecho.

Mientras tanto cuidaré
que ningún malhechor
destruya su nido
¡No lo haga, por favor!

Cuidemos con amor
a mi bella vecina,
para que en el mundo
siempre haya golondrinas.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.