Amigo mío, no
conozco tu nombre.
Pero sé que
existes o existirás.
No sé tu
nombre ni nada de ti.
Debo llamarte
amigo
Y confesarte
que tiene que ser así.
Esa mujer que
amas y llevas a tu lado
Fue también mi
sueño, mi risa y mi calma.
Pero tú no
sabes que la amarás en vano,
Pues ella sí
sabe que aún vivo en su alma.
Déjala así, durmiendo
bajo tu sombra
Con su rostro
embellecido
Por la luz de
las estrellas,
Tal vez aún
soñando conmigo
Y tú, que no
lo sabes,
La cubrirás
con tu abrigo.
Se quedará
contigo
Viendo los
años pasar,
Pues jamás
estará conmigo
Por la barrera
que yo no podía ocultar.
Amigo mío,
Será grande tu
resabio,
Que después de
cada beso,
Lo que arde es
su deseo.
Yo en mi gran y
amargo hastío,
Sabré que
siempre pensará en besar tus labios.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
Antonio Carlos Izaguerri
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