¡Si encontrara el camino de tu cielo
Lo andaría descalzo de plenitud!
¡Si mis ojos fueran luceros brillantes
Alumbraría gustosamente tu balcón!
¡Si el eco de tu sonrisa hasta mí llegara,
Lo atraparía en un frasco de cristal!
Cuando tenga la dicha de tu presencia,
El mismo cielo bajaría a la tierra,
Las hojas de aquél cedro a ti se postrarían
Haciendo una acojinada alfombra bajo tus pies.
Para amarte necesito sólo una noche,
Y durante ella dejar volar nuestras pasiones,
Las aves lanzarían sobre nosotros
Sus cánticos y sus plumas de colores.
Al conservar el eco de tu risa,
Calmaría por siempre mis sinsabores,
Y al liberarlo nuevamente entre la bisa
De la playa desteñida aquí en mi puerto,
Volverían a nacer mis emociones ...
Apagaría el fuego de los dragones
Y al saber que tú de mí ya no te escondes,
Yo te invito a ser volcán entre mi nieve ...
Las mariposas guiarían todos tus gestos
Amoldándolos para entregármelos a mí
En una caja de madera bien tallada
Para que nunca más se necesiten pulir.
Autor
Antnio Carlos Izaguerri
No hay comentarios:
Publicar un comentario