(Dedicado de todo corazón a mi amiga Sandra)
Desde los límites del crepúsculo
El verano llegó como la primavera
Con vientos hacia los olivos
Con aire frío castigando el camino.
El rojo horizonte, de a poco
Se abrió a las estrellas y la luna
Como una plegaria, se alzó
Configurando lo infinito.
Poco a poco la noche se hizo espesa,
Y con lágrimas de océano
Te amé en mi mundo salvaje,
Hasta la próxima claridad nocturna.
En silencio ... en silencio fue tu despedida
Por esta ancha desembocadura
Donde siempre nace el relámpago y el miedo
Se fue todo el aire del mundo.
Desde los límites del crepúsculo
El verano llegó como la primavera
Con vientos hacia los olivos
Con aire frío castigando el camino.
El rojo horizonte, de a poco
Se abrió a las estrellas y la luna
Como una plegaria, se alzó
Configurando lo infinito.
Poco a poco la noche se hizo espesa,
Y con lágrimas de océano
Te amé en mi mundo salvaje,
Hasta la próxima claridad nocturna.
En silencio ... en silencio fue tu despedida
Por esta ancha desembocadura
Donde siempre nace el relámpago y el miedo
Se fue todo el aire del mundo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
Antonio Carlos Izaguerri
Feliz mañana. Leo tus poemas en esta mañana fría. Saludos.
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