MUJER.

En el cielo resplandecen tantas estrellas
Como chispas de luz de luna al anochecer.
A veces las veo y quedo impresionado
De lo que causan en mi corazón y en mi alma,
Y me pongo a pensar si estas representan
Cada mirada que me das,
Cada segundo que me encuentras,
Cada armonía que te escribo,
Cada noche en la que te extraño,
Cada amanecer que te pienso,
Pero me doy cuenta que todo haz de luz
Que en mis ojos se guardan en ese anochecer,
Se tornan en algo hermoso como es tu imagen.

A veces les digo a las rosas que te susurren
Cuánto te quiero y cómo lo hago.
No sé si ya te lo han dicho o te has dado cuenta,
Pero hoy quiero decírtelo como nunca antes.

Tan sólo un minuto de tu tiempo me hace ser feliz,
Y una eternidad se forma al no tenerte aquí,
Pero es que estás en todos lados, siempre conmigo
Cuando cierro los ojos y te sueño despierto.

Y prometo esperarte cada minuto que no estés,
Por el resto de mi vida si es necesario,
Porque algo en mi has causado y no sé qué es.
Déjame vivir solamente si estás, y morir si no,
Porque eres el aire que me nutre cada día
Y me hace crecer, y me hace vivir ... mujer.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri 

QUIÉREME COMO SOY.

Mucho te quiero amor mío,

Ese loco amor, Cupido,

Que me arrancó la razón;

Todo yo te he ofrecido,

Y aunque todo lo he perdido,

Aún me queda corazón;

Y como un loco te sigo,

Voy convertido en suspiro,

Pero muy lleno de amor;

Y como sombra persigo

Ese tu aliento divino,

Tu necesario calor,

Mas tú, no seas esquiva,

Acéptame este cariño

Y quiéreme como soy …

Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

TU SONRISA.

Tu sonrisa me conmueve,

Tu llanto me fulmina,

Tu dolor me acongoja,

Tu fatiga me enmudece.

Siempre trato que me sonrías,

Olvido mi interior para pensar en el tuyo,

Aunque no siempre lo consigo.

A veces sólo logro tus lágrimas,

Y a pesar de todo,

Supongo que mi esfuerzo valoras,

Ya que no lo hago por maldad,

Simplemente lo hago por lograr

Que seas más feliz.

Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

LA PRIMAVERA.

Quizás, tas los nuevos átomos venidos con la lluvia,

Se descalcen las nubes preñadas de amargura,

Caminaba altivo el lirio de la primavera,

Sus manos guirnaldas de azucenas,

Cuello de cisne, plumas de ángel.

Y el cabello una cascada negra,

Boca de fresa madura

Con gotita de perfume de amapolas,

Airosa paseaba su talle, su hermosura,

El vaivén de su cuerpo es su música adorable,

Melocotones dulces ofrece y jazmines

A tus ojos melindrosos de tus curvas,

Quizás otro día vuelva si me trae la lluvia.

Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

HACER EL AMOR.

Para hacer el amor
Hay que desnudar el alma también.
Mi alma sigue desnuda delante de ti,
Mi corazón aún siente el frío del viento,
Y el calor del sol
No puedo esconder mi desnudez delante de ti.

Mientras cayó esto que traigo por dentro,
El fuego me consume,
Mis huesos arden con este fuego,
Necesito decirte a gritos
Cuánto te amo.
Cuánto deseo tenerte entre mis brazos,
Cuánto añoro sentir tu corazón entre mis dedos,
Y besar tu alma desnuda,
Embriagarme con tus senos,
Perder la cordura en los muslos,
Escribir nuestra historia en tu vientre
Que mis besos y tu cuerpo sean uno,
Y seguirte amando más cada día.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri 

UNA MUJER PARA AMAR.

¿Quién es ella? ¿Qué pregunta es esa?

No lo sé, quizás una ilusión, quizás un espejismo,

Una imagen, una aparición que ronda mi alma,

Una sensación que mitiga mi sed,

Una diosa, alguien que se materializó para darme vida.

¿Y por qué ella?, difícil pregunta,

Tampoco lo sé, sólo podría suponer que es

Por ese brillo incandescente que  produce,

Por esa tibieza que calienta mi corazón,

Por la ansiedad de no tenerla

Y el Alivio de saberla mía.

¿Y para qué ella?, qué difícil resulta esto,

Lo desconozco, sólo siento que la necesito,

Que el tiempo se define y se percibe

De manera distinta cuando estoy con ella,

Y que la vida adquiere un bello sentido

Pese a su fugacidad.

¿A qué vino ella?, no preguntes más,

No tengo las respuestas, llegó y se quedó,

Ahí está, y lo mejor de mí brotó desde el día

En que verdaderamente la conocí.

¿Para qué?, ¿Por qué?, ¿Quién?, ¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿A qué?,

Sólo preguntas sin respuestas, divagaciones,

Suposiciones, conjeturas, teorías, hipótesis,

Síntesis, especulaciones, interrogatorios, explicaciones;

Palabras y más palabras que poco reflejan mi sentir,

Una vida que cambia, un sueño,

Un cuerpo que se aísla del universo

Cuando por fin se siente completo,

Un ser con su ser,

Un existir con su razón,

Un ¿por qué? Con su porque …

El suelo, la pared y una sombra que se proyecta,

Unas manos que se unen,

Un sudor que se mezcla

Y unos aromas que se confunden cuando el viento,

El fuerte viento que los arropa

Y los lleva hacia el cielo.

Pero a ti que tanto te gustan las palabras, te lo diré,

A ti que adoras las respuestas, te responderé,

A ti que sólo entiendes de razones, te daré una breve,

Y un por qué para tus angustias;

Buscando afanosamente que no preguntes más,

Que no me cuestiones más;

Sólo te puedo dar la única que emana

De mi confundido ser,

Porque ella es … ”Una mujer para amar”.

Autor: 

Antonio Carlos Izaguerri 

GNOMO O GIGANTE.

Con el suelo a tus pies
Puedes llegar al cielo,
Y sin tinieblas como el cielo,
Quiero que de mí te fíes.

Gnomo o gigante como la luz,
¿Cuál crees que eres tú?
"Si el pez pequeño en un lago gigante
O estar en un lago pequeño y tú ser grande",

Gnomo o gigante como el cielo
E inmerso como el mar desierto,
Y sin lo incierto de vivir queda lo siniestro
De una cosecha como el ave y yo,

Vuelo como el sol iluminado de eterno fuego
O como luna llena en la noche,
Así, serás si creces como tigresa y yo juego,
O ser un mime que vuela,
Y no ser lo que serás sin un derroche ...

Gnomo o gigante como las estrellas
Que dan luz en la oscuridad,
Y sé que puedes dejar huellas
En el suelo como en soledad ...



Autor:
Antonio Carlos Izaguerri 

LA MAÑANA.

La mañana se viste de amaneceres nuevos

Con un sol radiante en el cielo y en silencios.

La mañana se calma de fructíferos encuentros

Cuando te besa el frío del rocío en los labios,

Y vas de un lado a otro esperando a los rayos de sol,

¿Cómo te atreves a decir que no sientes el calor?

Si el sol está aquí nuestro cielo de costumbre,

Disipando toda niebla en mi cielo azul y en penumbras,

Las sombras nocturnas se debaten en la espera del frío

Cuando se llena la mañana de brisas de salitre,

Cuando se espera en la mañana por un buen café

De esos que calientan el estómago porque lo probé,

Y la mañana se colma de realidad y ves al sol en la ventana

Como espera de un rayo de luz que dice que existe … una mañana.  

Autor:
Antonio Carlos Izaguerri. 

TE BUSCO MI AMOR.

Te busco mi amor en un bosque

Cuando no ha llegado el día,

Te busco mi amor y tu nombre

Con mis tristezas camina.

Te busco mi amor,

Hay fantasmas de sueños

Y caen heridas de muerte las hojas sin plasma

Que se desprenden amarillas.

Te busco mi amor,

Y el azufre inunda el paisaje de esteros.

Te busco mi amor,

Y tu lumbre con ávidos ojos espero.

Te busco mi amor,

Y me asustan entre artificiales neblinas

Bandadas de aves adustas.

Te busco mi amor, siento asfixia.

Mi amor, te busco

Y tu rosa vertiendo tibia ambrosía.

Te busco y la lluvia de horas

Reaviva la melancolía.

Te busco mi amor,

Y amor siento …

Que se me acaba la vida.

Autor
Antonio Carlos Izaguerri 

EVENTUALMENTE.

Eventualmente desvanecerás

Y como un ser traslúcido

Serás invisible.

Me convierto en un adicto,

La sangre de mis yagas

Son tu único recuerdo,

Si han de sanar,

Sanamos los dos,

Nos olvidamos los dos,

Desaparecemos los dos,

Morir y renacer;

Nacer o envejecer.

Eventualmente

Dejaré de cuestionar

El sin fin de ¿por qué? De la lista,

Eventualmente moriré,

Pero volveré a nacer.

No es a morir a lo que temo,

El nacer,

Si el Dios de la misericordia me despoja,

Vuelvo a nacer y te vuelvo a escoger.

Nadie es creado para vivir el mismo infierno,

¿No es así?

Poco pensantes los humanos de corazón

Han de conocer los diferentes infiernos

Sin querer pasar por el cielo.

Que mis plegarias sean escuchadas Dios mío,

En mis rodillas reposo mi única plegaria,

Si me has de quitar el alma,

Si me has de petrificar,

Si has de matarme esta noche …  

Al despertar,

Quítale el privilegio de presenciar

Mi llegada a la mañana siguiente.

Llena mi ser de tu misericordia,

Acepto morir,

Si he de ser privilegiado de escoger mis infiernos,

Aparta el suyo de la lista,

Que si vuelvo a nacer,

No le vuelvo a escoger.

Eventualmente escogeré otros infiernos,

Pues eventualmente desvanecerás

Y como un ser traslúcido

Serás invisible.

Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

TÚ ERES MI MÁS HERMOSA MELODÍA.

Con el arpa y mi pandero,

Te compuse una jarana

Para contarte que te quiero

Por la noche y por la mañana.

Que se oiga al cuarto

Y lo acompañe la quena

Para ver si así me besas

Hoy que la Luna está llena.

Con el bajo y la guitarra

Al sonar de percusiones

Comienza en mi jarana

A alegrar dos corazones.

Al mío porque te canto,

Al tuyo porque me miras,

¿Y a éstas quién las invitó?

¡Están sonando las liras!

Ya se unieron los violines,

El timbal y el saxofón,

Esto ya no es mi jarana,

Esto me sabe a danzón.

Mas, ¿quién al verte tan bella

No te quiera cantar?

¡Ya basta de tanta charla!

Mejor … te invito a soñar,

Porque al tenerte en mis brazos,

Ambos mirando al ocaso

Que suena cualquier canción total …

¡Ni le hacemos caso!

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

SIN TIEMPO PARA TENER TIEMPO

A qué he de darme prisa,
No hay motivos para adelantar
El momento de un final
Que es al fin nuestra premisa

El trabajo nunca se acaba,
Quien se acaba es uno mismo,
Y no pretendo el conformismo,
Yo tan sólo quiero calma.

¿Podría ganarle al tiempo?
¿La ansiedad lo alargará?
Igual el tiempo se irá
Sin importar su derrotero.

Y por tal tan sólo quiero
Tener tiempo para mí,
Que si tiempo ya perdí
Tengo tiempo en tanto muero.

Desde hoy iré despacio,
Disfrutaré de cada instante,
A que he de darme prisa ...
¡Para que todo se acabe!



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

TU PERFUME.

Es la esencia de tu piel cautiva,
La que llena la vida activa.

Es el tormento de un amor sin respuesta,
El pleno sol en aquella puesta.

El perfume de tu cuerpo me candela,
En la mira de un hombre sin cadena.

Es tu fragancia el sustento de mi alma,
Aquella que cubre mis ojos y me llama.

No soy de piedra para no perderme en tu belleza,
Tú me enamoraste con tan sólo tu pereza.

Pobre el hombre que deambula por las noches serenas,
Deseando llevar el día de sus prontas condenas.

Autor
Antonio Carlos Izaguerri