Es difícil guardar un secreto
Cuando hay tantos involucrados,
Fingir que el amor está muerto
Cuando la miel se derrama en todos lados.
Y es casi imposible fingir indiferencia
Cuando tu magnetismo somete mi mirada,
Obligándome a recurrir a la experiencia
Para no delatar mi alma enamorada.
Yo sé que la gente lo sospecha,
Pues mi deseo al verte impregna el ambiente.
Dice Rocío que sólo mi mano derecha
Sabe de qué parte de tu vientre viene
Y mis labios sienten envidia de mi mano:
Mis labios y el resto de mi cuerpo.
Odiando ese destino tirano
Que no quiere darle tiempo al tiempo.
Obligándome a regresar a mi cruel realidad
Qué me dice que este amor es prohibido.
Revelando del universo la más cruel verdad.
Que no hay nadie que se haya enamorado sin haber sufrido.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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