Dedicado a Luz del Carmen Guevarra,
Desaté mi corbata y desabotoné la camisa
Y juro que no era mi intención la loca risa
Que estallara y se elevara, cual palomas al viento
A pesar de mi mano, deteniéndole en vano intento
Las piernas corriendo, con
extraño vigor nuevo
Y las manos elevadas, despreciando lo longevo
Miradas risueñas repartidas a todos, y el beso en la frente
A la señorita desnuda y pétrea del centro de la fuente
El billete dejado sin esperar el cambio de la florista
Y los claveles repartidos a cada mujer del parque vista
La vuelta en tobogán veloz sobre el farol de la alameda
Cuando la lluvia acompaña el baile, donde nadie queda
El abrazo al extraño divertido y atónito con mi alegría
Y la cara al viento, sonriendo a todos, como luz de día
No falta quien piense que es locura, o desfachatez
Sólo yo sé que es tu mirada, tu risa y tu nocturna
desnudez…
Si acaso eso pueda calificarse de enajenación o locura
Provocada por tu más reciente imagen risueña y desnuda
Acaso entonces sería un lujo cotidiano estar un poco loco
No mucho, acaso lo suficiente para llevarte dentro, un
poco.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
hermoso poema que inspira como todos me emcantan, saludos a distancia, un abrazo muy fuerte
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