El pintor enamorado
miraba con ternura
el lienzo de su cuadro
besándolo con locura
era tan bella su pintura
y tan lindos sus colores
que era la esencia de sus amores
el cuadro era su vida
en él se reflejaba
el rostro de su amada
bordado de luz divina
¡era tanto lo que la amaba!
miraba el cuadro
y con ternura lo besaba
luego lloraba y reía
en su locura se refugiaba
amores que son eternos
y que nunca morirán
palpitan en el fondo del pecho
como los lirios en el cristal
y así se pasan las horas
y así se pasan los días
mira y besa su cuadro
y de amor se moría
¿el amor también mata?
¡quién lo diría!
es la fuente del alma
esa que nunca se enfría
hay muchos pintores y poetas
que tienen el corazón en carne viva
sea en la realidad o sea en sueños
por amor dan su vida
esas telas de araña en el pensamiento
que vagan en su porfía
son incomprendidos sentimientos
que en el alma enraízan
el pintor enamorado
miraba con ternura
el lienzo de su cuadro
besándolo con locura...
Entre la poesía y la prosa
entre el verso y la copla
rebosa el corazón sufrido
llorando entre las rosas
hay amaneceres nuevos
que cambian todas las cosas
borran las lágrimas y traen sonrisas
y hasta cantos de gaviotas
hay mares hechos de plata
que borran las heridas
de esos amores que matan
en el silencio de la vida
como el pintor de ese cuadro
como esa luz que lo ilumina
¿hay amores que matan ?
¡quién lo diría...!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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