Dicen impíos que eres la amante,
por no tener un papel que a mí te una
y yo les digo que eres simplemente.
Una mujer: Y como tú… Ninguna.
Y eres la amante por que amas,
como nadie ama tan fielmente,
mas no inhibe a nuestras almas,
lo que la gente diga abiertamente.
Eres la amante murmuran:
Por no estar conmigo en matrimonio,
pero nuestro amor es fiel testimonio,
de la pulcritud de lo que censuran.
¿Qué saben de un amor verdadero?
Traficantes de putrefacta imaginación,
vituperan sin siquiera saber primero,
que el amor solo es potestad del corazón.
Es alma y sentimiento entre dos,
sobre todo juicio ciego y aciago.
Si hay pecado lo condenara Dios,
no lo que el mundo ha juzgado.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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