viernes, 28 de febrero de 2020

EN EL CIELO.

La brisa se detiene y te acaricia
mis matices y orgullo se debilitan ante tu belleza,
ante tu voz precisa y hermosa
mujer, te vislumbro y en ti mi semblante reposa
en el dolor que he sucumbido
y sé que todo está perdido.

El bello pecado que me ha tentado
me va a perder y terminar condenado
de aquella mujer
que no es dueña de su propio querer
de esa bella mujer
que tiene todas las de perder.

Como la hermosa luna llena
es el rostro de ella
como el amanecer de octubre
es su sonrisa e incertidumbre.

El espíritu santo nos estará esperando
en el cielo o paraíso estimado,
en la tristeza y en lo dolido
¿qué será de la piel que mi piel arropa?
Cuando de sus vestiduras se despoja,
¿qué será del cielo oscuro de sus cabellos?
Cuando para mi son solo increíbles destellos.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

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