La realidad me muestra una verdad absurda …
Pero la esperanza surge para enterrar la
muerte
Por sobre el antifaz que entretiene a la Vida;
Porque lo amargo es dulce si deja una
doctrina.
Mis pasos se cansaron de andar tras de
ilusiones,
Apenas me doy cuenta que el sendero es de un
vado …
Ahora cambio el rumbo para metamorfosear mi senda
Y gozar los tesoros que me ha retenido el
mundo.
Desde la acogedora tumba donde yacen mis
sueños
Brotan los esqueletos que me brindan su mano …
Me aterra sólo el verlos … pero extiendo la
mía
Porque ellos son la nada que dan Vida a mi
vida.
Me distancio del mundo para ver en mi universo
…
Porque la razón confunde lo cierto con lo
espurio;
No existen ya las dudas … ya no cuentan
temores,
Cuando mi paso sigue la voz de mi consciencia.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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