martes, 2 de junio de 2020

LAS LAVANDERAS.


Tiempos duros y fríos,
manos de leche fresca,
agua cristalina en hielo,
mirada, tierna y sincera.

Se levanta temprano
para coger sitio,
su ropa ha de dejar
la más limpia de todas.

El arroyo la saluda,
el sol, se va despertando,
las flores se desperezan,
los pájaros le cantan “cantos”.

Las mariposas voladoras,
los nenúfares en el charco,
las ranas saltando
y las mariquitas conversando.

La ropa se seca al sol,
el viento se está acercando,
las nubes se desdibujan
los árboles están bailando

Pero la hora ya llega,
De volver hasta su casa,
Con la ropa toda limpia,
Olor a hierbabuena y campo.

A lo largo del camino,
Una música la persigue,
la del arroyo celos
que no quiere que le olvide.

Con un ramillete de flores,
y un manojo de tomillo,
llega orgullosa a su casa
la esperan su madre y su hijo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri

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