sábado, 18 de julio de 2020

AQUEL LÚCIDO SUEÑO.


Mis parpados comenzaron a oscilar
Cada segundo pesan un poco mas
Como olas contra arrecifes no paran de chocar
Y con un lugubre manto me han de acobijar.

A punto de desvanecer, nada que desear
Estoy solo con esta compañera soledad,
Sin encontrar un camino que sondear,
No creo que haya algo que buscar.

Oculto entre sueños
buscaba el mar
pero iba perdida
en la oscuridad.
Solo las estrellas
me han de acompañar
y quedo muy sola
con esta soledad.

Tus ojos jamás me habrán de mirar,
dentro del sueño donde quiero despertar.
Escucho el eterno lamento del mar,
deseando estar en cualquier otro lugar

Las olas con su vaivén derraman
lágrimas de dolor, y
cabalgo con el viento saciando
mi necesidad de volar.
Pero no sé, dónde voy, ni a dónde
quiero llegar; eso... El tiempo dirá.

Volando en este mundo surreal,
a negras alas mi vida eh de confiar.
Buscando aquello que siempre
he de desear,
eso que en el mundo real
se me hace imposible llegar.
Por eso al sueño tiempo le pido,
y el sueño espera condescendiente,
no tiene problema, es un buen amigo.
Sabe muy bien que muero por encontrarte,
Por tomar tu mano y bailar pegado contigo.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

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