martes, 20 de octubre de 2020

TENGO UN LUGAR.

Tengo reservado un lugar en mi cama,

es egoísta y frío algunas veces. Tiene

sábanas de seda y un abrigo

con un calor ardiente.

 

Sé mantiene cálido en invierno y frío

en verano. Algunas veces es grande,

se percibe la soledad y el vació de diciembre.

 

Tengo un lugar en mi cama,

que pasa madrugadas vacías.

No busca compañía de una noche,

desea una persona eternamente.

 

De esas mujeres que despiertan

salvajemente, que duermen con deseó

de ser amadas de una forma diferente.

 

Tengo un lugar en mi cama que vive

con un deseó ardiente. Anhelando entre su

suavidad la humedad, de la figura

de una mujer imponente.

 

Un suspiro de tranquilidad al oído,

bajo un techo blanco y un colchón sin abrigo.

 

Tengo un lugar en mi cama, reservado sin

un nombre y apellido. Solo desea ser ocupado

Y dormir sobre sábanas en el piso frío.

 

Una sábana de seda sobre tu

cuerpo y el mío. Un lugar en la cama

que busca tener un apellido,

no de una noche si no de una vida conmigo.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

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