miércoles, 13 de octubre de 2021

CANTA EL POEMA.

Me ha llamado el poema

por mi nombre de pila,

pero tal confianza,

nunca le he concedido,

y al sentir su pupila,

en mis ojos posada,

he sentido la rima,

resbalar en mi oído.

 

Como se siente el verso,

cuando del alma emana,

y como canta el poema,

entre risas y lágrimas,

las notas se suceden,

como bailantes páginas,

y es más sentido el alba,

y es más tibia la pena.

                                       

Palabra tras palabra,

como un torrente claman,

por declamar la estrofa,

con fuerza inusitada,

y un coro de violines,

se une a la catarata,

letra a letra se unen,

verso a verso se aman.

 

Me ha mirado el poema,

desde la blanca página,

y he sentido el carisma

de su auténtico karma,

esos ojos profundos,

insondables y diáfanos,

que lo que observan miran,

como dos niños huérfanos.

 

Ha llorado el poema,

y ha reído con ganas,

hay pasión en sus letras,

y hay amor entre lágrimas,

como entre versos tiembla,

y ha soñado y vivido,

con la verdad sin tachas,

cantando sus desdichas.

 

Se quedó sin auroras,

de sentimientos lleno,

y falleció de pena,

el singular soneto,

pero quedó en las venas,

la esencia de sus versos,

y una nota aún resuena,

entre níveos cerezos.

 

Ha cantado el poeta,

y a la vida ha devuelto,

lo que le dio sin precio,

ha llorado y reído,

y el amor ha sentido,

impregnado en sus huesos,

un sentir tan intenso,

que arrebata los versos.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri 

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