Estaba sangrando , caminando en la obscuridad, había viajado mucho .
Había encontrado muchos demonios vestidos de
ángeles,
pretendiendo acercarse a mí para dañarme más.
Y de pronto una luz ilumino mi camino, era un
bello ángel;
Él me dijo ven,
no te asustes que yo te voy a proteger y abrió
sus alas y me dio
todo el calor y ternura que jamás creí
imaginar.
Yo recuerdo haber sentido esta misma sensación
con mis padres mucho tiempo atrás, cuando era
niña.
Sé ahora que ellos me enviaron a este ángel
para que cuidará de mí,
acariciará mi alma , mi espíritu.
En sus ojos azules, profundos , limpios puedo
ver el mar , el cielo azul.
Sus manos tan suaves como los pétalos de una
rosa curaron mis heridas solo con tocarlas.
El tono de su voz es como el canto de los
pararitos que nos arrullan por las mañanas.
Me siento libre ahora
Puedo cantar sin instrumentos musicales
Puedo bailar sin escuchar una melodía
Puedo sonreír sin ninguna razón
El miedo no me invade más ,
estoy segura que donde quiera que yo me
encuentre
mi ángel siempre estará cerca de mi...
Aitpr
Antonio Carlos Izaguerri
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