viernes, 16 de septiembre de 2022

REGÁLAME TUS ENCANTOS.

Mujer, regálame tus encantos

en un atardecer de playa,

o en una noche de luna apasionada.

No seas malita,

que veo tus ojos negros que brillan cuando estoy cerquita tuyo.

Lo bonito es que yo también,

estoy sintiendo lo mismo cuando estoy pegado ti,

es algo hermoso en mi corazoncito .

 

Regálame la brisa de tu mar enamorado

el canto de sirenas en noches cálidas a tu lado

regálame entre murmullos de olas tus caricias

y miremos un cielo estrellado, apasionado,

entre risas y promesas de siempre

juntos enamorados .

 

Mis encantos amiga

No se reparten por ahí,

Ni en un atardecer en la playa

Ni con una luna enamorada.

Solo ofrezco mis encantos

A el corazón puro y franco

De un poeta de Zaragoza.

 

Regálame tus encantos y llévame prendido,

en ese rincón del alma,

dónde nunca te olvidan

Ser una luz que nunca se apaga,

fuente de alegría, serenidad y calma.

 

Ven a regalarme esos encantos

Que secuestran mis sentidos

Con música armoniosa y cantos,

Que alegres aceleran mis latidos,

Y reafirman un amor con tantos detalles 

Que encienden mis gemidos.

 

Regálame un beso

que estoy muriendo

y mi pecho hirviendo

con cada embeleso.

 

Soy paracetamol de tus venas

Eres cucardas de piel suave

Somos la miel de las víboras

Andamos buscando luz en corazones podridos

 

Os diré, que yo la quiero así,

pues ella está dentro de mí,

por eso, me duele no tenerla aquí conmigo.

 

Regálame tus encantos.

Tus suaves murmullos.

El calor de tu abrazo.

Todo lo que en ti es bello sortilegio.

Ya sabes vos que yo te daré

todo lo bueno y preciado.

Que solo para ti la palabra amor surge.

Que solo por vos mis latidos cobran en verso vivo.

Bajo qué dulce hechizo nos hemos sumido.

Ante qué encanto el día a aclarecido.

Guárdame bajo la sombra de tus caricias,

Provéeme tu encanto, nutre mi amor.

 

Regálame mujer

Esos dulces encantos,

En un atardecer

Entre risas y llantos;

Entrégame el placer

Que calma mis quebrantos,

Dale luz a mi ser

Con tus besos tan santos;

Estoy pegado a ti,

A tu dulce regazo,

A ese gran frenesí,

al infinito abrazo;

Por siempre yo te di

Mis caricias, mis labios…

 

En un lugar así

fue el encuentro

con las suaves manos tuyas  

 

En un lugar así

cayeron de los plácidos cielos

los labios de su cálido frenesí.

 

En un lugar así

se adornaron las platinas

de las amargas Minas del Potosí

 

En un lugar así

floreció en el alma

la tierna caricia carmesí.

 

En un lugar así

quedó estéril el adiós

al fugar su musical verbo joyero ... 

 

En un lugar así

ya no hubo de ella, 

ni el frenesí rojo carmesí

ni todo el oro del Potosí...

¡qué nunca más la vi!

 

Regálame tus encantos

en lo mejor de tu vida,

déjalos que me los lleve

adentro de la valija,

que los tenga en mi cartera,

que me sienta derretida

mientras me abrazas con todo

esperando la partida

que me lleve la horizonte

añorando la alegría

de cosas viejas que busco

sin descanso noche y día

por si no vuelvo de nuevo

en la mañana perdida.

Cosas que me gustan mucho

si me besas sin medida,

mientras la luna se va

a llorar a la colina.

 

Eres la de ayer

la de hoy y de mañana.

Eres el tibio nido,

donde vuelan mis palabras.

Eres agua de besos

y lluvia al alba.

Humedad de vida

que moja el alma.

Eres el sendero,

que lleva siempre a casa

y el lecho de nubes,

donde el viento amaina.

 

Mil rosas tengo para darte

mil besos para encantarte

toda una vida para amarte

y un corazón que por ti late

Mi vida es tu vida

y mi mundo tu mundo

Un amor que bajo las sombras de tus ojos nace

y sobre tu pecho nace con cada latido de tu carne ...

 

Regálame tus encantos

mi bella flor de lirio,

no dejes que mi corazón

deje de palpitar

sin la gloria de tus besos.

Regálame el perfume

de tu apasionado cuerpo,

no dejes que muera de sed

sin tu amor, sin tu pasión.

Regálame tus encantos

mi hermosa flor de lirio,

para calmar las ansias

de éste corazón

que te ama tanto.

 

Regálame tu bello cuerpo mujer

para entregarte otra esperanza,

de vivir el amor en tus carnes

que traen la caricia a tu Alma,

recogido tú ser en ese encanto.

 

El blancor de fresca nieve,

la dulzura de la miel,

la fragancia de una rosa,

la belleza de la luna,

la suavidad de una piel,

y ese volcán tan ardiente,

¡el regalo de mis sueños!

 

Entregaré mis encantos junto al mar besándonos los labios, 

Permitiré que acaricies el oscuro horizonte de mi cuerpo,

Cerremos los ojos y hagamos noche el día...

Bésame, abrázame, fusiónate conmigo en un óleo tardo,

Te regalaré mis encantos mientras llenes este cuerpo vacío...

 

...pero no me diste tus encantos,

pudimos apagar los luceros y encender los astros

para siempre;

hubiésemos cantado y escuchado cantar

las aves tempraneras del alba,

para siempre...

pero no me diste tu encantos; es más,

ya no los quiero...

así me ahorro desencantos!

 

Anoche soñé

Que era dueño de ti

de todos tus encantos,

tu dulce mirada

tu sonrisa sincera

tu melodiosa voz

De la luz que irradian tus ojos

cuando me escuchas decir

Que te amo,

que también eres dueña de mí

que despierta y soñando

disfruto de tu compañía

de todo tú. 

Gracias infinitas amor

Por regalarme tus encantos.

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri 

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