sábado, 24 de agosto de 2024

CUANDO LLEGASTE A MÍ.

Cuando llegaste a mí,
yo me encontraba muy herido y resentido,
muy dolido por heridas internas,
heridas escondidas que no se ven,
y que se suelen disimular
con falsas sonrisas.

Fuiste mi báculo salvador,
apoyado en ti, recobré poco a poco
la ilusión por seguir viviendo,
y este apoyo tan desinteresado
que me ofreciste, ha despertado
de nuevo en mí, el amor olvidado.

Se puede decir, que he vuelto a nacer,
he vuelto a revivir contento y gozoso,
todo lo hermoso que es vivir enamorado,
te quiero más que a nada,
y solo por ti, tengo ganas de vivir,
y solo para ti, deseo seguir viviendo.

Se que somos ya maduros,
pero solo de pensar en ti…
se llena mi cabeza de ideas y fantasías
juveniles, que deseo compartir contigo
cada día y en todo momento,
eres lo mejor que ha entrado en mi vida.

El día que me abriste la puerta
de entrada a tu corazón,
cerré después con llave, esa puerta,
y la sellé, con todo lo que tenía a mano,
para que nada ni nadie entrara a perturbar,
la inmensa felicidad que siento a tu lado.

Conocerte a ti, de repente,
es lo mejor que me pudo pasar,
gracias pues al destino
que te puso en mi camino,
nunca dejaré de agradecérselo,
porque tú eres lo que yo, siempre soñé.

He aprendido de errores anteriores,
voy a cambiar y quiero cambiar para ti,
necesito tu maravilloso amor, tus besos,
al igual que necesito el aire que respiro,
toma mis manos, y dame las tuyas,
así, unidos para siempre irán nuestros destinos.

Te quiero, te quiero, te quiero…
nunca me cansaré de decírtelo,
y no pretendo ser empalagoso contigo,
pero es que no lo puedo evitar,
el amor que siento por ti,
me fluye, por los poros de mi piel.


Mírame a los ojos, ¿Qué ves en ellos?
Amor y nada más que amor, ¿Verdad?
Pues es todo para ti, tómalo, cariño,
y guárdalo en un rincón de tu corazón,
y vívelo y disfrútalo sin miedo a gastarlo,
que tengo más, mucho más, y todo es para ti.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

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