porque hallo en tu ser mi vigor cotidiano,
destierro del alma el pesar resoluto,
tu luz es la llama que aviva mi arcano.
Por lo que entregaste y lo que te di,
por cada caricia que el tiempo forjara,
lo excelso de mí lo dedico a ti,
mi vida, en tus manos, encuentra su cara.
No ansío a otro ser, no existe ambición,
mi mundo se ciñe a tu esencia sublime;
lo poco que tengo te doy con pasión,
pues sabes mi sombra, mi voz que redime.
Solo para ti late este corazón,
que es tuyo, de nadie, sin miedo, sin fin;
en tu amor descubro la única razón
de vivir con fervor, de existirme solo en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario