uno que te hable al oído,
un verso que nazca del pulso,
del ahora, del sentimiento vivo.
Que dibuje paisajes simples,
reales pero intensos,
con trazos hechos de alma
que te envuelvan en su calma.
Que las palabras fluyan como el aire,
livianas, sin esfuerzo,
trayendo ecos de emociones
que conectan, que tocan profundo.
Que en cada línea encuentres un lugar,
un instante de pausa,
y sientas la fuerza
de lo que el corazón puede.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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