Cansado de que en mí no te fijases,
Que no me regalases una flor con tus palabras,
De pasar a tu lado, y simplemente me saludaras.
Cansado y enamorado sólo en ti pensaba,
Los recursos se acababan, una cosa me quedaba,
Sentir como una meiga, y un embrujo de amor hacerte,
Magia buena y resplandeciente, pues era tanto mi amor por
ti,
Que no interpretaba como tenerte.
Y como un verdadero mago,
Todo mi empeño puse,
Adornado con un traje blanco,
La fortuna impuse
Para conseguir un beso tuyo, una mirada, un gesto,
Aunque fuera un pequeño sentimiento,
Con eso me daría por complacido,
Porque en el arte de amarte
Mi pasión jamás estará vencida.
Conjuro de amor yo hago,
Tomé una vela rosa
Y de aceite de amor la empapé.
En mi mente tu figura,
En mi corazón tu ser.
Al cabo de un tiempo la vela encendí,
Y pensando en ti
Le pedí que esa misma noche pudiera saber de ti,
Una llamada, una mirada, un semblante,
Algo que mi quitase el desaliento
De poder estar contigo
Sin que se tratase de un sueño.
Y sonó mi móvil por la noche con acierto,
Me invitabas a cenar,
No podía ni creerlo,
Noche fugaz e inmensa
Donde me contaste un secreto,
Que de amor por mí morías
Y que no te atrevías
Por si ese amor no era correspondido.
Cuando te conté lo sucedido
No dábamos crédito a los oídos,
Pues tú también me habías hecho un conjuro
Y no sabíamos si las meigas nos habían unido
O el paso que dimos …
“Lo que por miedo no tomas, por miedo lo pierdes, el corazón no entiende cuando la pasión asalta y logra de la nada lo imposible de realizar”.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.