No quiero volver a pensar en ti,
Para eso necesito pensar en ti,
Pensar en tus palabras dulces,
En tus caricias dulces,
En tus caricias tiernas,
En tus besos, en fin, en toda tú,
Para poder olvidarte.
Cuánto tiempo he pensado en olvidarte,
Mil cosas he hecho y no lo logro,
Ahora me obligaré a pensar en ti,
Llenarme de ti, de tu recuerdo,
De todo aquello que de ti evoco.
¿Lo lograré?
Tal vez no, pero lo intentaré,
Me sumergiré en el fondo de mi mente,
Buscaré tu recuerdo, mis añoranzas, tus embrujos.
Total, te buscaré a ti,
Y ya inmerso, te arrancaré donde te encuentres,
Tal vez te duela,
Tal vez muera,
Mas lograré mi encomienda.
Es posible que alguna reminiscencia quede,
Y vuelva tu recuerdo,
Sin embargo, sé que ya no será doloroso
Y lo disfrutaré. ¿Por qué?
Porque entonces serás tú la que luche,
Sí, la que quiera volver a mí
Y así como tú me rechazaste,
Diré a mi corazón:
¿Quién es esta que de hinojos se postra
Y doblega su orgullo
Cuando siempre de ella me aparto?
Mi corazón llorará al ver mi desprecio,
Abogará por ella y me dirá:
Que no te conmueve su dolor,
Que no te mueve a perdonar
Todo aquel amor que por ella decías tener?
Recíbela, vuelve a amarla,
Pero sé cauto,
No te vuelques como antaño,
No te entregues, ve paso a paso
Hasta ver su entrega,
Si entrega total y sin reservas,
Que seas tú quien las imponga,
Si las acepta, ámala,
Sé todo al aceptarla y perdona,
Que yo ya la PERDONÉ.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri