jueves, 30 de abril de 2020

PARA EL QUE NO LEE POESÍA.


Escribo porque las letras
son lava de mis adentros.
Escribo por ser poeta.
Escribo porque lo siento.
No escribo porque me lean,
ni escribo por ser atento.
Sé que a muchos no interesa
lo que piense o lo que cuento.

Escribo para mí mismo
y por sentirme ligero.
Escribo para estar vivo.
Escribo mis pensamientos.
Por ser notable no escribo,
ni gasto fuerzas ni aliento,
el mundo no guarda sitio
para poetas ingenuos.

Escribo por las mañanas,
paso la noche escribiendo.
Escribo para aprender
secretos del sentimiento.
No escribo porque el extraño
pretenda verme contento,
lo hago porque mis ansias
corre por vena en veneno.

En mis poemas escribo
sin dirección ni secreto
porque mis letras dibujan
horizonte en movimiento,
parecen olas del mar
sobre las rocas rompiendo,
parecen las carcajadas
lanzadas al firmamento.

Escribo para que entiendan
que no todo son tormentos,
que existe vida en la rima,
que hay amor en el recuento.
Escribo para acercar
el mundo de los afectos
que aparecen en doloras,
en romances o en sonetos.

Escribo para que olviden
el temor a los misterios
que te llevan a viajar
de la mano de mis versos.
No escribo para doler,
ni escribo en desasosiego,
escribo para poder
abrir ventanas al cielo.

Mi mano lleva en alforjas
el agua para el sediento,
la luz para el taciturno
y para el pobre el anhelo.
También ofrezco ilusión
a quien no tiene deseos
y al enamorado amor
en simulado pañuelo.

Para ti que estás lejano
de los líricos momentos,
¿por qué no dejas llevarte
de mi mano a su encuentro?
¿por qué no peregrinar
allende de tu aislamiento,
a la creación de nubes
con forma de sentimientos?

Descubrirás sensaciones
profundas en el silencio,
caminarás por lugares
enfrentado al desaliento,
abrirás tu corazón
a la calidez del viento,
sentirás cuando me leas
lo mismo que ahora siento.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

RUMOR DEL VIENTO.


Allí reina ella
en su mundo ficticio
el cual nunca conocerá,
allí está su todo
sus ilusiones y felicidad,
que nadie le lleve la contraria
pues se enfadará,
hay un planeta de colores
donde predomina el blanco,
de pureza como su alma
y el verde de esperanza
que a su lado siempre van,
los dos se juntan en ese horizonte
al que mira sin cesar,
un manantial brota de sus venas
haciendo que cada día
en esa tierra sus sentimientos
se arraiguen más y más,
mira las cosas desde otra
perspectiva, con cariño y humildad,
los años en sus hombros pesan
pero a sus sueños no renunciará,
son los que le dan la vida
sin pedir a cambio nada más,
También hay huecos sin colores
que quizá algún día pintará.
¡Que verdes son los ojos que la miran!
¡Escondidos en las sombras están!
¿Será la esperanza que se la quiere llevar?
Rumores que trae el viento
agazapado en la noche,
cuando sopla a su garganta
y la hace vibrar,
¡Que intenso es el ruido!
¡Qué fuerte su palpitar!






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CASUAL O PREMEDITADO.


Casual o premeditado
nuestro encuentro en el bar
Unas copas y tu mirada es
una invitación a ir a más
Del brazo salimos del bar
entre las miradas celosas
de los hombres solitarios
entre el humo de cigarrillos
y sus copas de rubio licor
Cuatro farolas más adelante
dos botones de la blusa
abiertos tu aroma de Mujer
Al llegar al portal los senos
abrieron mis labios la puerta
sola se desvaneció
Tres pisos por escaleras
tres descansos para el amor
La habitación claroscuros
espejos y un gran colchón
Invitamos a la luna a ser
parte de nuestros excesos
agasajo al cuerpo a satisfacción.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

PALABRAS Y SENTIMIENTOS.


“La palabra del sentimiento,
el sentimiento de la palabra...”

El sentimiento no es mudo
pero se expresa por signos,
por gestos o ademanes,
es parco, prefiere deslizarse por una lágrima
o temblar en una mirada.
                                               
A veces se asoma a la garganta,
pero vuelve a las profundidades,
cegado por la luz
 o ensordecido por los silencios,
 tiembla, se esconde
 y a veces muere de inanición
antes de pedir un corazón prestado.

La palabra es una hembra pletórica,
puede ser dulce o amarga
brillante o apagada,
 amante o celestina
 pero siempre brilla con luz propia,
es la mujer de la mil caras,
poliédrica, misteriosa, fugaz o redundante,
con los brazos abiertos a quien quiera fecundarla.

Cuando el sentimiento y la palabra se abrazan
 se produce el milagro,
de su acto de amor nacen la poesía,
 el misterio y la pasión,
la música acompaña su cósmico baile
 y las letras forman nebulosas de fuego
que giran preludiando el milagro.

Todos tenemos sentimientos
 y todos atesoramos palabras,
pero solo unos privilegiados
consiguen hacerlos danzar en el firmamento de la vida
 y hacer que nos hagan mirar al cielo
como si en verdad hubiera un cielo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

AMAR CON EL ALMA.


Te pregunté una tarde que moría,
Como fuera tu vida o la mía, si nos faltáramos,
Y te quedaste mirando extrañada hacia mis ojos,
Cuando era mi Alma la que te hacía esa pregunta.
Una mañana desperté con el sol apagado y hasta de lágrimas,
Y la brisa de cada mañana se detuvo
Entre el cielo y la madrugada,
Tus ojos … se quedaron dormidos,
Y tus manos, apretando muy fuerte a las mías,
Mientras tus brazos, abrazaban al  silencio de esa mañana.
Ha pasado tanto tiempo … Pero ¿sabes algo?
Aún recuerdo tus ojos cerrados
Y una pequeña lágrima, que por ellos discurría;
Una mañana desperté
En medio del silencio mientras te abrazaba,
Te hable y te llamé, y te gritaba con tantas ansias,
Pero creo que no me escuchabas,
Y debió ser por tu hermoso cabello negro,
Que ocultaba a tus oídos, como pétalos en flor, no anunciada.
Una mañana desperté, y soñé con tus palabras,
Soñé que me respondías, y también me alegrabas,
Cuando decías, que jamás nos haríamos falta,
Porque yo vivo en ti, y tú lo harías en mi Alma.
Ahora, ando por cada vereda donde decía lo mucho que te amaba,
Y corto cada tallo de flor en plena madrugada,
Para llevarla a tu mesa de noche,
Y al abrir tus ojos … con ella misma despertaras.
Me pregunto en esta madrugada aciaga y tan canalla,
Que será hoy de mi vida, porque acaso, me haces demasiada falta,
Y no tengo tu mirarme extrañada a mis ojos,
Para decirme mientras sientes el fondo de mi Alma,
Que no tenga miedo, porque aún tú me amas,
Y el silencio de cada mañana, solo es un día menos,
De aquellos pocos que me faltan.

Desperté una mañana, sobre una almohada muy blanca,
Era tu regazo, mientras acariciabas muy dulcemente mi mirada,
me había quedado dormido, esperando por ti como cada mañana;
Esa mañana desperté … contigo como fue ayer,
Y comprendí entonces que, solo basta amar con el Alma …
Para estar unidos para siempre.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

QUIERO CONTIGO.


Quiero que me hagas
llegar al cielo,
tus besos son mi pasaje,
para imaginarme en vuelo.
                               
Quiero que me hagas
llegar a lo profundo,
sentir que estar dentro tuyo,
es el mejor lugar en el mundo.

Quiero que me hagas
llegar a la cima,
perder la respiración,
cuando de ti esté arriba.

Quiero que me hagas
llegar al sol,
sentir en un abrazo desnudos,
que alcanzamos el mismo calor.

Quiero que me hagas
llegar a una isla,
el mapa será tu cuerpo,
y encontraré ese tesoro con mis caricias.

Quiero que me hagas
llegar a la luna,
y hacer el amor donde nadie nos ve,
detrás de ella, en su parte oscura.

Quiero que me hagas
llegar junto a ti …





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

DEJA QUE MIRE ...


Deja que mire
el fondo de tus ojos
por un instante.

Quiero encontrar
los versos que allí guardas
en las pupilas.

Para embriagarme,
saciarme con sus letras
y tu ternura.

De esa manera
sabré lo que tú piensas
y lo que sientes.

Y soñaremos
un mundo diferente
para nosotros.

En él iremos
a sitios muy diversos
para encontrarnos.

Y para amarnos,
robándole a la vida
su poesía.

En esa esencia
haremos mil proyectos
para vivirlos.

Días y noches
de un tiempo irrepetible
con nuestro amor.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

FIEL IMAGEN.


La imagen del cristal no engaña,
el tiempo hendió esas mejillas
abriendo diminutos surcos
que el delta de los ojos anega.

La imagen del espejo no engaña,
es fiel compañera de una vida
que dio sus frutos, sus semillas,
nueva vida en fiel entraña.

La imagen de la luna no engaña,
devuelve la sonrisa con agrado;
se enturbia si la dicha es triste
y brilla si el sol acompaña.

La imagen de delante no engaña,
delata un paisaje gris plateado
al pie del lienzo de mi semblante;
serena acuarela de otoño andante.

La imagen que contemplo no engaña,
delata una vida emocionada;
la niebla de este espejo cristalino
atrapa al ser que le acompaña.

No engaña la imagen del poeta,
reflejos convertidos en versos;
la imagen del cristal se empaña:
recuerdos, amor, añoranza …




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

UN SELLO PARA NUESTRO ENCUENTRO.


Hoy al fin hemos quedado
para poder conocernos
será una cena con velas
en una noche de ensueño.

Al fin podremos mirarnos
frente a frente, enamorados
hablar lo que hemos escrito
sin que nos tiemblen las manos.

Para cumplir mi deseo
me levantaré a besarte
en esa parte del cuello
donde siempre deseaste.

Después de tomar tu mano
tras el final de la cena
bailaremos muy pegados
una balada en la arena.

Sellaremos nuestro encuentro
con la noche apasionada
que tanto tiempo soñamos
cuando el amor comenzaba.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CON LOS HILOS DEL VALOR.


Se descosen las costuras,
de las mentes que se enquistan
y rompen las coyunturas,
pensamientos que esclavizan.
Se unen con lazos de acero,
la nobleza y el coraje
o las vidas se deshacen,
si medra el odio sin freno.

Espacios que recorrer,
donde es posible la duda,
para vivir y crecer,
con criterio y armonía.
Sembrar para recoger,
regar con sabiduría,
la cosecha que se cuida.
Salir del yo que te asfixia.

Coser con hilos de amor,
las grietas que van quedando
y restañar la heridas,
para que la esencia viva,
intacta en el interior.
Enhebrar las ilusiones,
con la realidad que aviva,
lo bello de alrrededor.

Forjar recios eslabones,
con nobles gestos que cuiden
y descoser las mentiras,
que empobrecen corazones,
con el rencor y la envidia.
Flecos en el corazón,
que va dejando la vida,
mientras el amor palpita.

Secretos que se deshilan,
que va retratando el tiempo.
Guedejas de mentes lúcidas,
que flotan en el recuerdo.
Versos que en racimos vibran,
en el alma y el cerebro
y canciones que crepitan,
como brasas en los huesos.

Se descosen las costuras,
de las ropas de cartón.
Aparentes vestiduras,
repletas de florituras,
pero vacuas, sin valor.
Amor que viene y se va,
con un poso de amargura,
otro, que al tiempo perdura.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI POESÍA NO VIENE DELOS LIBROS.


 Dedicado a Loba Esteparia y a Margot.



Mi poesía no viene de los libros,
ni tampoco la aprendí de oídos,
la mía siempre la tuvo conmigo
aunque yo lo desconocía ...

Tengo un gran ingrediente
que pronto lo descubrí:
la tristeza y mi toque exquisito
sumado a su gran realismo ...

Nunca fui un cantante
aunque mucho lo soñé,
tampoco un orador,
pero lo que había en mi corazón
nadie lo tenía ...

No me creía el cuento
aunque me elogiaran,
sabía que tenía mis momentos
y con eso me conformaba ...

Escribiendo de manera simple
decía lo que quería escuchar,
contando de mis vivencias,
las graciosas con picardía
las aburridas con maestría,
las eróticas con alegría
y las otras ...ésas,
dejémoslas para otro día ...



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ESTA BELLA MUJER.


Es esta hermosa mujer
con la que tuve mi sueño,
dígame pronto ... ¿Quién es?
Porque siento que me muero!

¿Cómo puede ser tan bella?
Es una preciosidad!
Tiene luz de mil estrellas ...
Un solcito sin igual!

Estoy ciego por mirarla.
Pues su brillo me cegó.
Me enamoré ... quiero amarla
hasta que me lleve Dios ...

Y más allá, eternamente
con todo mi corazón,
porque ha de latir por siempre,
si es que ella me da su amor!

Por favor ... diga quién es?
No me deje con la intriga!
Se parece mucho a usted,
princesita de mi vida!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

EL DÉDALO DE LA VIDA.


Lo sé con nitidez, como sé bien mis utopías,
que somos los transeúntes de este dédalo de vida,
que unos pocos atrevidos lo dominan,
que otros pocos arriesgados se aventuran
y otros muchos no se atreven
y en su huida …
van sonriendo con un gesto que,
-no saben-,
los delata la ignorancia,
que es grillete y cobardía …

Esos pocos atrevidos y resueltos,
son los  líderes que arriesgan
ser los marginados de sus tribus;
son las voces ignoradas,
son los gritos de insistentes advertencias,
de hombres libres que al salir de su caverna
conocieron y supieron con angustia
de la triste desventura que se cierne
sobre aquellos otros tantos que ignoraron
con sonrisas agridulces y desdenes inmorales
que la vida no es eterna,
que esa dicha es pasajera,
y que pocos son los libres,
y que pocos son los fuertes,
y que pocos son los fieles
y que muchas son las sombras …

Son la ubérrima indigencia de motivos,
son la negra oscuridad que no les muestra
la precaria insuficiencia del momento,
de ese instante que se escapa de ellos mismos,
del respiro al que no damos razones
para ser los atrevidos gladiadores;
aguerridos buscadores del sentido
de la vida y de su triunfo libertario,
sin euforias que se vuelvan distorsiones,
sin afectos que distraigan del camino,
porque sólo en la batalla de la vida,
de esa vida personal con sus historias,
los valientes,
siendo libres y aún muriendo de ansiedad
son del triunfo y libertad
una victoria.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

PRIMAVERA Y NATURA.


Llegada es la primavera,
letal pregón al invierno,
colorida viste la pradera,
luciendo cromático atuendo.

Los pajarillos la gozan,
entre néctares de flores,
gorjeando no reposan,
ofrendando sus amores.

Construyen sus nidos,
bello hogar para dos,
pero saben sus sentidos,
de la multiplicación de Dios.

Y las flores en resiliencia,
entre los prados agrestes,
se yerguen con excelencia,
idos los tiempos hostiles.

Brotan silvestres jardines,
así también los amantes,
que entre floridos confines,
viven emociones excitantes.

Todo es aroma y color,
magno croma celestial,
tan bello como el amor,
extasiante por natural.

Y brotan las hojas,
de clorofílico verdor,
olvidando congojas,
de inverno agotador.

Germina verde la hierba,
laxo tálamo de amantes,
y libres aguas danzantes,
del arroyo que se libera.

Magno el panorama,
de naturaleza pura
y en celo una gama,
espera su montura.

Esta es la Primavera,
que seduce y libera.
magnificada Natura,
que Dios nos diera.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SI EL MAR ME LO DIJERA.

Qué noticias traes entre tus olas
que bañen con su espuma a mi esperanza,
¿Es que acaso viviendo en lontananza
tus aguas la encontraron triste y sola?

Dime mar si es que espera en playa alguna
por quien de amor yo sufro y desespero,
para ir a ella y decirle que la quiero
y en mi empeño viajar tras de la Luna.

No pretendo llevarle mis tristezas
pues mi anhelo es llenarla de alegría
y hacer realidad mi fantasía
si su sonrisa adorna a su belleza.

¡Qué sucede!, han chocado con las rocas,
tus olas ocultando su destino
y se ha formado un fuerte remolino
donde se hunde la imagen de su boca.

No por ello he de darme por vencido
si es necesario iré a los siete mares
y en las noches de azul plenilunares
buscaré, donde nadie se ha atrevido.

En las olas oscuras de los sueños
que chocan con las piedras del amor
y pulverizan su agua en derredor
bañando de rocío a mis empeños.

Mar;  dormido o despierto sólo dime
en dónde he de encontrar lo que he perdido,
a esa mujer que nunca he conocido
pero inspira ... ¡A mis versos más sublimes!





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.