domingo, 10 de mayo de 2020

DUENDES, ESPÍRITUS Y MUSAS.


Un espíritu burlón,
danza siempre alrededor,
burla burlando se ríe,
del necio que se encontró.
Va recitando poemas,
saltando sin ton ni son
y resbala entre las notas,
de un violonchelo de amor.
                                                        
Baila el duende ilusionado,
sobre el espíritu inquieto
y escribe sus fantasías,
en circunspectos cerebros.
No conoce de codicias,
ni de odios, ni recelos,
su baile anuncia las vidas,
que crecen a ras del suelo.

El viento al bobo acaricia,
como al sabio y al viajero,
no mira el color de piel,
ni si es flaco o gordezuelo,
si es poderoso o mendigo,
si es gentil o si es grosero,
su caricia, iguala siempre,
al ricachón y al obrero.

Así, el viento y el duende,
son más sabios que el humano.
El espíritu es consciente,
del honrado y del villano,
su efluvio al mundo se extiende,
dando a cada cual la mano,
más rebelde u obediente,
con desprecio o con agrado.

La musa baila en las teclas,
en el infinito piano,
del instrumento que toca,
con su talento a quien piensa,
quien da armonía a sus pasos.
Dando piruetas voltea,
ideas, pensamientos sabios
y no se rinde jamás,
aunque el camino sea largo.

Duendes, espíritus, musas,
necios, villanos y honrados,
pero en la misma marmita,
todos ellos cocinados.
El Sol a todos calienta,
aunque sean tontos o sabios.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CANTO AL AGRICULTOR.


Amigo agricultor de faz curtida
Por el viento y el sol de la mañana…
A esa tierra generosa que cultivas,
Te entregas en cuerpo y alma.
En estos momentos de ahora
En que tu tecnología avanza,
Nos das un ejemplo cada día
De amor y perseverancia.
                     
¡Qué sería de la humanidad
Si las tierras no se labraran!
¡Qué sería de la humanidad
Si los campos no se sembraran!

Las semillas que vas dejando
En la recién labrada,
Serán el sustento de la vida,
Serán fuente de esperanza.
                            
Esos ojos que miran al cielo
Preguntando cómo será el mañana,
Lleva la luz del sol en sus pupilas
Como lo tienen las personas elevadas.

La luna con su influjo te ilumina.
El sol con sus rayos te da fuerzas.
La tierra con su manto te da amor
Y la lluvia con sus gotas te acaricia.

Todo está dispuesto para ayudarte,
Tan sólo falta que tu mano amiga
Vaya sembrando los rayos de sol de tu mirada
Que serán el origen de una nueva vida.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

MADRE CAMPESINA.


Con puntualidad de amanecer
como el celeste canto de los gallos,
la madre campesina
comienza su ingrata jornada.
Patrona de la intemperie y del alba,
reina herida en su trono de barro.
Te llevo acunada entre mis brazos,
estoy viajando leve
por el mapa rugoso de tus manos
y bebo el vino amargo que inunda
las cisuras de tus párpados;
no quiero romper
tu espejismo de lirios llanto amado,
porque es el grito que rebasa,
el jarro inmaculado de la arácea.
               
Te dejo entre mis versos;
río de la memoria que no olvida:
la vaina del frijol como cofre de sueños,
los capis desgranados en tus faldas,
primicias solariegas de un ayer que ya no encanta,
estos puñales dulces
con los que abro tus atezadas venas,
el pájaro que afina su lira entre los hualles,
la esfinge de mi padre con su azadón al hombro
y el río que horada la fuente del pasado.

El viento que cabalga los signos del presagio
llevando en su morral tu áspera fragancia,
te canta con mil labios, el poema más bello,
esparce entre tus manos la oración de las aguas:
redímenos en tus manos virgen nuestra;
tus manos que llevaron el pan del sacrificio y la ofrenda;
curandera, sabia machi, profetiza o guerrera.

Venimos de tu sangre morena y empedrada
y el oscuro pelaje aborigen que nos vive,
resiste los embates de un tiempo
que día a día va mudando los caminos.

Te debemos madre mía …
madre de toda América
la canción de las parvas, seis lunas menguantes
decretando el nacimiento de semillas
desde el peñón del cielo,
el baile de la rueca
en su sueño ancestral de hilos y nostalgias.

Madre nuestra, de la ingrata simiente que se aleja
madre de tantos hijos sin padres,
muéstrale a Dios tu rostro
ennegrecido de ausencias,
tus brazos cansados de batallas perdidas,
dilatados de sombras y cenizas,
la ortiga amarga de tus labios …
el sol detenido en tus caderas de paridora fiera.

¡Oh dríada mía de solitaria belleza!
cómo mueres alejada de tus robles,
de la algazara de tu voz serena.
Para ti esta pequeña ofrenda,
esta sangre compartida
para honrar tu marchitada frente,
para avivar tu candil bajo la tierra
y levantar el fruto de tus arcanas manos,
sobre las frías mesas urbanas …
Diáfana arquitecta de la santísima pobreza;
los labios de mis versos
para tus encanecidos párpados de lirios,
para el dormido aquilón de luz que me gravita.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ROMANCE DE SOL Y LUNA.


El Ado lo quiso radiante y fuerte
Le dio la alegría y una amable sonrisa
Con sus rizos dorados tuvo la suerte
De enamorar a la mañana y a la brisa

que al juntarse en el jardín con ellas
alegraban a todas las flores, y lejano
también el mar hacía gala con olas bellas
y así juntando alegrías … jugaron al verano.

Las flores en su jolgorio con brisa mañanera
Dejaron lucir su encanto de colores y esencia
Creando sin querer una hermosa primavera
Donde siempre, siempre se sintiera su presencia.

Él Ado feliz en su creación llamó a su hijo:
Serás dueño de la mañana y de todos los días
Y llenarás de colores el arco iris, le dijo
Y cuidarás a la más bella princesa de alegrías.

La amiga de las estrellas y de las noches
La misma que lleva tu luz con tonos de plata
No por cambiar el color de tu luz le reproches
Ella es la Luna que a los poetas versos arrebata

Es buena y alegre, y si alguna vez la miras menguar
Es que se siente sola y quiere un abrazo
Entonces manda un rayito tierno para adulciguar
Mientras la acoges con cariño en tu regazo

Sol era feliz, tenía de todo en aquel bello jardín
Donde alcanzaba hasta más allá del horizonte
El abrazo de las montañas y a los montes su verdín
El arco iris, perfume de flores y cantar del sinsonte

Luna impaciente esperaba el abrazo para brillar
Y sintió celos de las estrellas y de las nubes
El Ado no acepta celos, están hechos para amar
Mejor la llevan lejos del Sol, dijo a querubes

para que reine sola en las noches sin celos ni envidia:
Te dejo las estrellas, luciérnagas y el amor del lucero
Y no atormentes a Sol en tu mundana perfidia
Que yo he hecho de él mi mejor caballero

Pero el Ado nunca preguntó a Sol si la quería
Si la extrañaría en su inmenso jardín del Edén
Ni al ver la falta de resplandor y opaca alegría
Ni al verlo solitario esperar a Luna en el andén

Sol:

Distante e inalcanzable
Como el horizonte de un sueño
Que de pronto se ve palpable
E imposible por más empeño

Distante ... se siente su estadía
En los jardines de mi amistad
Cuando parece que amanecía
Llega una noche de oscuridad.

Luna:

Yo solo quería un abrazo de verdad
Que fuera mío y no compartirlo
Pero sin saber de celos ni terquedad
Los achares me llevaron a afligirlo

Y hoy lejana de su luz extraño su calor
No quise que nos separaran, amada amiga
Dame un rayito de tu luz, devuelve mi color
O quédate eterno en las noches conmigo.

Desde entonces, se escapan los veranos
Algunas veces a escondidas para verse
Luna baila de día junto a Sol de las manos
Solo así, distantes para siempre quererse.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SOL Y SOMBRA.


Sol en la cumbre,
sombra en el bajío,
cristalino es el río,
por incipiente lumbre.
                            
Entre la hierba el grillo,
trova desafinada sonata,
indiferente en su estribillo,
la rana sigilosa lo mata.

Y el sol se torna bravío,
quemando verdes follajes,
como así quema el Estío,
sembradillos en el paraje.

La naturaleza y el amor,
son de sumo cambiantes,
tantas veces excelso calor
o frialdad de luna menguante.

Perpetuos como sol y luna,
alternos como noche y día,
y unidas dos almas en una,
son del amor regia ambrosía.

Sol y cumbre son extremos,
como desilusiones y anhelos
que entre esfuerzos supremos,
intentan surcar los cielos.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

sábado, 9 de mayo de 2020

ME VAS A ENCONTRAR.


Me vas a encontrar mirando el horizonte,
y contando después las miles de estrellas,
para encontrar la del reflejo que deja estelas.

Me vas a encontrar suspirando con los ojos
bañados en recuerdos, me vas a encontrar
con la boca sellada, solo dejaré que hable la pluma inspirada.

La noche llegará llevando en su mochila ausencias,
y un silencio intenso, que descargará en mi aposento,
como hace siempre, yo seguiré en la ventana,
mirando la estrella iluminada.

Me vas a encontrar serena, aunque el alma esté rota,
porque quiero que veas en mi a una guerrera, que sabe
que a la fuerza te coses en la piel, las derrotas,
y como los felinos hacen, lamiéndose las heridas siempre a solas.

Me vas a encontrar paseando por la orilla del mar,
y un día me vas a encontrar al final del camino,
preparada ya para  llegar a tu nuevo y eterno destino.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

LA BELLEZA DE LA CONSTANCIA.


La belleza de la constancia,
el mérito extraordinario de la persistencia,
la extrema valía de la resistencia,
mi respeto y admiración hacia la resiliencia.

La belleza de la constancia,
Es muchas veces secreto del éxito o de supervivencia,
no sólo en el arte, en el amor, o en la escritura,
sino también para afrontar la vida.

La constancia continua en el trabajo,
hacer todos los días lo que marque tu conciencia,
adecuar tu esfuerzo a tu capacidad,
pero siempre ser ejemplo, quizás aportar un poco más.

La constancia como ejemplo a tus hijos,
no ser brillante que es distinto,
Ser constante en esfuerzos y sacrificios,
poder legitimar con tu ejemplo un rango.

La constancia en el cuidado de tu cuerpo,
no ser obeso, ni excesivamente descuidado,
aunque estés felizmente casado,
si te ves Bello o sano estarás más satisfecho.

La belleza de la constancia,
constante en agradecimiento al cariño recibido,
persistente en la defensa de la justicia,
constante , a tu ritmo en las caídas, y en las alegrías.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

QUE NO SE TRUNQUE LA VIDA.


Dejar que el viento acaricie,
dejar que el roble de sombra,
dejar que sea la artífice,
la voz que adorne la boca.
Dejar que el amor sea el fin,
que en el corazón se aloja.

No dejar que el odio anide,
ni sea el rencor la victoria,
que nade apacible el cisne,
que trine alegre la alondra.
Que no se pongan fronteras,
al corazón y a quien ame.

Tiembla el tallo con la brisa,
y con el amor la carne,
como conmueve las fibras,
el sentimiento que nace.
Que no frene la avaricia,
la verdad de quienes hablen.

Dejar que crezcan los árboles,
que la tierra sea la madre,
que a los seres amamante.
Dejar que viva el distinto,
con sus derechos , sin hambre,
sea la humanidad la clave.

La diversidad enriquece,
praderas, montes y valles,
en la múltiples especies,
de seres que aman y sienten.
La paleta de colores,
que da belleza, sin nombres.

Amar sin tregua y sin prisa,
que se funda en el paisaje,
que solo existan cadenas,
de personas que se abracen.
Brazos y manos se extiendan,
para ayudar a quien yace.

Se va aproximando el alba,
con sus cristalinas luces,
la luz poblada de vidas,
pero que no falte nadie.
Que el mar sea un lago sin ira,
donde la vida se bañe.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

TE REGALO UNA ROSA.


Te regalo una rosa dibujada en el viento,
Con perfume de mi alma y besos de "te quiero"
Te regalo una rosa con pétalos rojos
endulzando de amor tu vida,
por tu dulce manía de estar 
cada día endulzando la mía.
Cuídala con amor,
régala todos los días con agua del manantial,
bésala con pasión como si fueran mis labios.
Te regalo ésta rosa cómo los sentimientos que llevo en mi pecho
escondido, si, te regalo una rosa con miles de pensamientos, imaginario.
Te regalo una rosa envuelta en todo el amor,
por tus palabras, y por mi dicha guardada,
y por ésta pasión ingobernable de alegría
con la que llenas de amor cada uno de mis días.
Aquí te dejo ésta rosa con mis manos temblorosas
y con miedo de que notes mis sentimientos ocultos,
guarda y cuida éste regalo cómo un regalo que fue enviado desde el cielo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

TU RECUERDO NO CESA.


Tu recuerdo no cesa
Enseño la sal en las lágrimas
El dolor en una herida
Y lo sublime de la belleza.

Tu recuerdo sigue intacto,
Escrito profundo en la memoria
Tan presente en el día
E inconsciente en el acto.

Tu recuerdo me hace verte,
En la belleza de la flor
En la sonrisa inconsciente
Y me seguirá acompañando
Hasta la muerte…




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

QUIÉN COMO TÚ.


Quererte así, después y a pesar de tantos años
Todavía como mi fiel y discreto confidente
después de haber encarnado tantas fantasías
confeccionarte para mí en los más atractivos personajes
sacar por ti la lira que tenía arrumbada en alguna parte
deshacerte en versos, armarte en sueños y utopías

Amarte así, absorta y en silencio, pero plena
como al elfo que se toca sólo en sueños
como el avaro acaricia sus alhajas en secreto
quién pudiera amarte como yo, sin titubeos
cuando tantas desesperan y explotan enceladas

Quién pudiera amarme como tú sin reclamos,
sin exigencias ni promesas,
Aunque los vientos se hayan llevado mis recuerdos
Y las estaciones marquen su paso en mi cuerpo
aunque nunca me hayas visto luciendo terciopelos
ni mis labios se hayan explayado voluptuosos
siempre conservas para mí el gesto franco
el aliento que despierta la leona amodorrada.

Quién pudiera amar como tú
desafiando el tiempo y la distancia
el tiempo que torna todo anticuado
y la distancia que desdibuja la memoria
el tiempo que crea tantas ilusiones
y la distancia que a tantos los separa

Quién como yo, tan agraciado
de amarte a ti
el ser más noble y transparente
por quererte así el camino parece allanado
y tu voz me conforta a cada paso
tú buscándome siempre a mí
entre tanta muchedumbre bulliciosa
como ondas agitándose en la fuente
que busca solo placer y satisfacción de un rato
y yo queriéndote todavía así
de mañana tarde y noche
siempre presente en mi mente y en mi carne
como las raíces aman a la tierra que las sustenta
fija y constante así se siente.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

POEMA PARA UNA GITANA.


Por los caminos de un bello parque
camina usted libremente Gitana
detrás de la balaustrada
están mis cartas escondidas
donde mis palabras de cariño anidan
esperando que algún día las lea.

Anhelo que usted se percate
de mis insinuaciones de amor
me deleito con su esplendor
y de sus labios de rosa
Gitana usted es la más bella cosa
de tu Dios el Creador.

Detrás de la armonía de un arpa
sus caderas ondulan
deliciosos movimientos me atrapan
siento perder la cordura
deslumbrado por su hermosura
Gitana usted me encanta.

Su peculiar olor a incienso
lleva el ingenio de los ángeles
y usted sin percatarse
lo esparce por el viento
Gitana ni por un momento
deja usted de enamorarme.

La belleza de sus ojos
me tienen fascinados
en ellos se reflejan destellos
de místicos encantos
Gitana de mis amores
usted me tiene hechizado.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

DARÍA TODO LO QUE TENGO.


He hecho todo lo habido y por haber.
¿Por qué todo a mi alrededor me lleva a ti?
Cada latido en mí,
lleva tu nombre.
Cada suspiro tuyo,
lleva mi derrota.
He escuchado más de mil consejos.
De que me merezco algo mejor.
De que no mereces ninguna lagrima mía.
De que debo darme una oportunidad;
y dejar está agonía.
A veces salgo de esta depresión.
Pero hay días en que vuelco a caer.
Me aferro a mí mismo. 
No quiero escuchar
los consuelos de nadie.
Como quisiera gritar
y correr hacia ti.
Daría todo lo que tengo y más,
si es necesario.
Para volver a ver tus ojos;
más a diario.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SUEÑO SIEMPRE CONTIGO.

En el mundo misterioso de mis sueños,
siento que has ingresado sigilosamente
al umbral de mi estado subconsciente.
Sueño siempre contigo ¿Por qué será?

En mis noches llenas mi solitaria existencia,
exploro tu cuerpo que alegra mi sosegada vida.

Eres una luz de vida para mí,
eres mi inconcluso sueño de fantasías.
Tu presencia enciende
La temperatura del día con tu encantadora
sonrisa y encandila mis días nocturnos.

Sueño caminar por los aires contigo,
ver tu mirada angelical
y esperando que pronto seas realidad,
para tranquilidad de mi agitada pasión.
Pernoctar el amanecer a lado de tu cuerpo,
acompañado siempre con el cántico
de los gorriones que anuncian un nuevo día
de felicidad y en nuestro lecho de amor.

Soñé que anoche caminé por el sendero floreado 
de lugares inhóspitos y llena de misterios,
buscándote y poder encontrarte.
Soñé que ambos hacíamos un juramento,
bajo el manto de la luna llena,
para tener una relación estable de ensueño.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.